Cogida del banderillero Alberto Mart¨ªnez
La diferencia de novillo a toro es determinante a la hora de desarrollar el peligro. La casta, en su madurez, tambi¨¦n, aunque no rompa, necesariamente, en bravura. La corrida se defini¨® por los dos tipos de toros que hab¨ªa enviado la ganadera de Buenavista, de los que solamente los tres ¨²ltimos revest¨ªan importancia como tales toros; de ah¨ª que la sensaci¨®n de peligro tambi¨¦n cambiara. El sexto, de salida, hab¨ªa metido la cabeza en el burladero buscando la presa. Maldita querencia, que se repiti¨® al final del primer tercio, cuando esta vez consigui¨® su objetivo y, tras un golpazo enorme que dobl¨® los hierros que sostienen la barrera, sac¨® prendido a Alberto Mart¨ªnez, que al cierre de esta edici¨®n estaba siendo operado en la enfermer¨ªa. A¨²n no se hab¨ªa facilitado parte m¨¦dico.
Buenavista / Ubrique, Puerto, Fandi
Toros de Buenavista, desiguales en cuajo y comportamiento, flojos los dos primeros, manso el 3? y encastados los dem¨¢s. Jesul¨ªn de Ubrique: pinchazo, estocada trasera ca¨ªda (oreja); medio bajonazo al encuentro -aviso- metisaca (gran ovaci¨®n y saludos). V¨ªctor Puerto: tres pinchazos -aviso-, descabello (ovaci¨®n y saludos); pinchazo en los bajos (palmas y pitos). El Fandi: estocada trasera y desprendida (dos orejas); pinchazo y estocada trasera (dos orejas). Enfermer¨ªa: durante la lidia del sexto toro ingres¨® el subalterno Alberto Mart¨ªnez, que hab¨ªa sufrido una cornada grave en el tercio superior del muslo derecho. Plaza de Granada, 12 de junio. 4? de abono. Cerca de tres cuartos de entrada.
La cogida pes¨® como una losa y El Fandi, que hab¨ªa recibido al toro con cuatro largas cambiadas de rodillas, tuvo el m¨¦rito de reponerse y dejarnos ver sus mejores momentos, a base de tranquilidad, sosiego y reposo, respuesta siempre valiente a un peligro cierto.
En cambio, durante la primera media corrida triunfal, torear, lo que se llama torear, se hab¨ªa hecho poco, teniendo en cuenta las caracter¨ªsticas de unos toros que no ten¨ªan comportamiento de tales. Solamente El Fandi, de rodillas, hab¨ªa toreado por alto y por derechazos. Lo malo es que se tuvo que poner de pie y acompa?ar al toro a chiqueros donde hubo un toma y daca valiente pero con poco fundamento.
Jesul¨ªn y V¨ªctor Puerto torearon a los dos primeros tocados con boina en vez de montera torera. Jesul¨ªn volvi¨® a ser el de siempre con muchos defectos y escasas virtudes. A una derecha repetitiva correspondi¨® una izquierda nada natural, meti¨¦ndose en la suerte espor¨¢dicamente y toreando, preferentemente, desde las afueras. Alarg¨® su trabajo una eternidad y lo que no hizo con capote y muleta lo malogr¨® con la espada.
V¨ªctor Puerto puso voluntad y ganas de agradar que no se correspondieron con la torer¨ªa exigible en el resultado final, ya que en el segundo s¨®lo acompa?¨® la embestida y se vio comprometido por el quinto, poco picado, que lleg¨® al ¨²ltimo tercio pidiendo la documentaci¨®n. Perdi¨® a los puntos.
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