La investigaci¨®n en la empresa
De cuando en cuando se comenta en los medios la necesidad de aumentar el n¨²mero de investigadores cient¨ªficos en Espa?a. Esto es necesario si queremos, cuando menos, alcanzar un porcentaje de investigadores por habitante similar al de los pa¨ªses de nuestro entorno. M¨¢s a¨²n, para la Universidad y centros de investigaci¨®n esto es importante porque los investigadores son la materia prima necesaria para llevar a cabo una de sus tareas fundamentales, que es la de realizar investigaci¨®n de calidad. Pero tambi¨¦n para el pa¨ªs es importante, porque hoy d¨ªa el conocimiento cient¨ªfico y la innovaci¨®n tecnol¨®gica son fuente de riqueza econ¨®mica. Se sabe que la econom¨ªa del siglo XXI estar¨¢ basada en el conocimiento, y que la capacidad de innovaci¨®n cient¨ªfica y tecnol¨®gica ser¨¢ la clave del progreso en los pa¨ªses avanzados. No en vano uno de los indicadores econ¨®micos que usa la OCDE es la inversi¨®n en conocimiento.
Sucede, sin embargo, que la pr¨¢ctica totalidad de las universidades, y en mayor medida las universidades privadas de nueva creaci¨®n, deciden sus plantillas casi exclusivamente atendiendo a las necesidades docentes, y muchas veces atendiendo al capricho, o relaci¨®n de poder de los diversos departamentos universitarios. Por otra parte, fuera de las universidades y centros de investigaci¨®n se hace muy poca investigaci¨®n. Por lo que existe un claro d¨¦ficit de investigadores, que se hace extremo en lo que a la empresa privada se refiere.
Si bien es necesario un aumento del n¨²mero de investigadores en las universidades y centros de investigaci¨®n, es clave entender que donde hay que dar el gran cambio en Espa?a es en la empresa privada. La empresa ha de hacer investigaci¨®n porque de ello depende su futuro. Esta investigaci¨®n ser¨¢, sin duda, m¨¢s orientada que la que se realiza en las universidades y centros de investigaci¨®n, pero igualmente importante a la hora de medir el capital de conocimiento de un pa¨ªs.
La realizaci¨®n de investigaci¨®n de calidad en el ¨¢mbito de la empresa es tambi¨¦n importante por otras razones. Y entre ¨¦stas est¨¢ la de elevar la valoraci¨®n que la sociedad tiene de la Universidad. Se comenta habitualmente que la Universidad importa poco a la sociedad, una sociedad que la mantiene como necesaria para cumplir la funci¨®n sancionadora de t¨ªtulos, pero sin otro gran valor a?adido. Desde el momento en que los beneficios empresariales dependan en buena medida de la investigaci¨®n que las empresas lleven a cabo, como sucede en empresas punteras en pa¨ªses avanzados, las empresas competir¨¢n por los investigadores mejor preparados. Las universidades competir¨¢n entre s¨ª por preparar mejor a sus doctorandos, de modo que ¨¦stos sean los m¨¢s solicitados por las empresas. Al competir entre s¨ª por situar a sus doctorados en las mejores empresas -lo que les dar¨¢ renombre-, las universidades necesitar¨¢n contar en sus plantillas con los mejores profesores e investigadores. Esto redundar¨¢ a su vez en una mayor calidad de la Universidad, y en una reducci¨®n de la tan tra¨ªda endogamia universitaria, al necesitar las universidades los mejores profesionales vengan de donde vengan. La apreciaci¨®n social de la Universidad mejorar¨¢ al entender las empresas, y la sociedad, la importancia de la formaci¨®n universitaria para, entre otras cosas, los fines propios de las empresas. As¨ª se estrechar¨¢n los lazos entre Universidad y empresa que tanta falta hace para imbricar el tejido de ciencia, b¨¢sica y aplicada, de este pa¨ªs.
Por otra parte, cuando la empresa privada entienda la necesidad de realizar investigaci¨®n de calidad para su propio crecimiento competitivo, se crear¨¢n nuevas e importantes oportunidades de empleo para el excedente de doctores muy bien cualificados que tiene el sistema acad¨¦mico espa?ol. Excedente que de ninguna manera puede ser absorbido totalmente en los circuitos acad¨¦micos de la investigaci¨®n b¨¢sica, y que, por otra parte, es necesario en la empresa privada. De esta manera se elevar¨ªa el potencial de I+D de Espa?a hasta niveles m¨¢s acordes con los pa¨ªses avanzados. ?No estar¨¢, pues, en la investigaci¨®n empresarial la soluci¨®n de un porcentaje importante de los males que aquejan al sistema de ciencia espa?ol?
Jos¨¦ Miguel Rodr¨ªguez Espinosa es investigador cient¨ªfico del Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias (espinosa@ll.iac.es)
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