Orejas para Padilla y Puerto

En realidad, el verdadero triunfador de la corrida fue V¨ªctor Puerto, por m¨¢s que Juan Jos¨¦ Padilla cortara una oreja en el segundo de la tarde. V¨ªctor Puerto demostr¨® ayer en Vista Alegre que es un torero dominador, no exento de mucha calidad torera. A su primer toro, tercero de la tarde, le tore¨® con la mano derecha, con mucha vibraci¨®n, instrumentando derechazos muy ligados y templados. Aunque fundamentalmente en ese toro hay que destacar sobremanera los aspectos t¨¦cnicos, en los cuales a un toro algo bronco le hizo pasar por el aro. El presidente fue injusto con ¨¦l al no darle una oreja, si comparamos con la oreja que en el toro anterior le otorg¨® a Padilla. O a los dos o a ninguno. Despu¨¦s, en el sexto de la tarde, V¨ªctor Puerto recibi¨® al toro con tres largas cambiadas. M¨¢s tarde, en la faena, teji¨® naturales largos, templados y adem¨¢s lo roci¨® con desplantes muy toreros. A continuaci¨®n, con la mano diestra, puso de relieve el temple de su mano y el dominio que ejerci¨® con ese toro. Remat¨® con unos naturales, pases por alto, un afarolado. Y para remate ¨²ltimo dio unos derechazos, que la verdad no le salieron tan finos. Para arreglarlo, se hinc¨® de rodillas y se pas¨® por molinetes al toro. Acab¨® con una estocada y sali¨® con un tropez¨®n en el pecho. Pas¨® a la enfermer¨ªa, pero, afortunadamente, despu¨¦s de un rato, sali¨® por su pie hacia el hotel.

De Juan Jos¨¦ Padilla es mejor que hagamos abstracci¨®n del quinto de la tarde, en el que no hay nada que destacar, salvo su falta de recursos para torear a un toro rajado y con poca fuerza. Donde hay que darle m¨¢s m¨¦rito es en ese primer toro suyo, segundo de la tarde, donde despu¨¦s de recibirle a porta gayola y unos lances que calentaron al p¨²blico, en el tercio de banderillas hay que destacar un excelent¨ªsimo segundo par. El tercero tambi¨¦n fue bueno, mas ese segundo par tuvo mucha vibraci¨®n, por la arrancada del toro y porque ¨¦l ejecut¨® la suerte del encuentro con mucha perfecci¨®n. En ese toro realiz¨® una faena con la mano derecha con pases ligados y templados. Con la mano zurda, sin mucho relieve. Luego hizo un alarde de estatuarios mirando al p¨²blico.

De El Cordob¨¦s nada que rese?ar, excepto que complet¨® una tarde bast¨ªsima, con falta de colocaci¨®n, sin sitio, sin nada de nada. Fue tan insulsa su actuaci¨®n como el mon¨®logo de un borracho frente a un Audi de segunda mano.