¡®C¨®nclave¡¯: la intriga funciona pero el final es un disparate
A medida que se va acercando el final, percibes que este va a ser complicado, que al prestidigitador ya no le quedan palomas o conejos debajo del sombrero. Y el final es un disparate vac¨ªo
Admito la trascendencia y el permanente inter¨¦s que mantiene el universo cat¨®lico hacia los asuntos humanos y divinos que transcurren en el Vaticano. Imagino que all¨ª ocurren cosas fascinantes, relacionadas con el esp¨ªritu y con las siempre turbias cosas terrenales, y que en ese opulento Estado al servicio de Dios ocurren las mismas historias siniestras que marcan el funcionamiento de todos los gobiernos, de los mecanismos del poder, de las grand¨ªsimas empresas. Pero mi atea existencia y mi inquina con causa desde que era peque?ito hacia todo tipo de iglesias logran que las tem¨¢ticas que se desarrollan en la Santa Sede inicialmente me despierten indiferencia. No tengo demasiado inter¨¦s en pasar horas de mi vida ante una pantalla habitada por gente ensotanada, o ataviada con capelo cardenalicio y birreta roja. Pero, dejando aparte ese ambiente tan poco grato para m¨ª, admito que las cosas que ocurren all¨ª puedan estar narradas con talento, imaginaci¨®n o suspense.
Me cuentan que C¨®nclave es la adaptaci¨®n de una novela de Robert Harris, un escritor de best sellers cuya lectura me recomiendan. Roman Polanski realiz¨® las excelentes El escritor y El oficial y el esp¨ªa, bas¨¢ndose en la escritura de Harris, que tambi¨¦n firmaba los guiones. Y C¨®nclave la dirige Edward Berger, se?or que realiz¨® un meritorio remake de Sin novedad en el frente. O sea, que de entrada ofrece cierto inter¨¦s.
Y arranca con la muerte de un Pont¨ªfice y la problem¨¢tica elecci¨®n cardenalicia de su sucesor. Durante un largo rato prevalece el suspense, despierta inter¨¦s. Encontrar al hombre que va a representar a Dios en la tierra se convierte en una sofisticada batalla. Aunque se supone que es el Esp¨ªritu Santo quien ordena esa elecci¨®n, los intereses de los que forman el c¨®nclave son reconociblemente humanos.
Hay traiciones, recomendaciones, enchufes, causas absolutamente terrenales, conjuras acomodaticias, juegos maquiav¨¦licos, lo que debe de ocurrir en los negocios ancestrales y fastuosos cuando hay que buscar recambio para que no se desmoronen. Hay gente con valor human¨ªstico, o racional, o estrat¨¦gico, o revolucionario, hasta donde puede ejercerse la transgresi¨®n en estructura tan r¨ªgida. Y tambi¨¦n puede ganar el m¨¢s carca, la antigualla tradicionalista y feroz, el defensor de causas y principios deplorables.
Durante una notable parte del metraje, esta intriga posee cierto misterio. Todo es enrevesado y la atm¨®sfera posee un tono sombr¨ªo. Percibes que todo es muy lioso y te preguntas c¨®mo van a solucionar el enigma. A medida que se va acercando el final, percibes que este va a ser complicado, que al prestidigitador ya no le quedan palomas o conejos debajo del sombrero. Y el final es un disparate vac¨ªo. No voy a hacerles esp¨®iler (c¨®mo detesto este t¨¦rmino tan abusivamente usado), pero sufro un ataque de pasmo y de risa ante la osada tonter¨ªa con la que han resuelto la larga y tormentosa intriga.
Esta pel¨ªcula mantiene durante bastante tiempo el atractivo por disponer de muy buenos int¨¦rpretes. De esos actores de reparto que siempre est¨¢n bien, que te lo crees en cualquier personaje que encarnen. Est¨¢n el formidable Stanley Tucci y los impecables John Lithgow e Isabella Rossellini. Sergio Castellitto tambi¨¦n hace cre¨ªble al temible cardenal que pretende resucitar la faceta m¨¢s mezquina de la iglesia. Y Ralph Fiennes, el protagonista, hace un trabajo sobrio, torturado interiormente, veraz, del hombre de confianza del papa muerto, con la misi¨®n de que ese tren tan hist¨®rico no descarrile definitivamente, que su Iglesia siga sobreviviendo en ¨¦pocas que se le han puesto muy chungas, cada vez con menos feligreses.
C¨®nclave
Dirección: Edward Berger.
Intérpretes: Ralph Fiennes, Stanley Tucci, John Lithgow, Isabella Rossellini, Sergio Castellitto.
Género: drama, misterio. Reino Unido, 2024.
Duración: 120 minutos.
Estreno: 20 de diciembre.
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