Dos madres y un embarazo
Una pareja de lesbianas pide poder casarse para compartir la maternidad de los mellizos que va a tener una de ellas
'Despu¨¦s de diez a?os como pareja y quince de relaci¨®n, hab¨ªa llegado nuestro momento para tener un hijo', afirman Cristina D. y Marta B., dos barcelonesas de 30 y 32 a?os. Dicho y hecho: acudieron a un m¨¦dico y a un donante an¨®nimo de esperma. El resultado: el embarazo de mellizos (un ni?o y una ni?a) que Cristina muestra orgullosa despu¨¦s de casi ocho meses de gestaci¨®n. Pero que una de ellas sea la que se ha quedado embarazada no quiere decir que la otra se sienta menos madre. 'Lo somos las dos', aseguran sin dudar, 'aunque la ley no lo reconozca'.
No es infrecuente que las parejas de lesbianas acudan a la inseminaci¨®n artificial para tener hijos. El presidente de la Coordinadora Gai-Lesbiana de Barcelona, Jordi Petit, calcula que m¨¢s del 5% de las solteras que acuden a centros de reproducci¨®n asistida para inseminarse son parejas de otra mujer.
Marta y Cristina fueron juntas a la consulta, aunque reconocen que otras lesbianas ocultan que mantienen una relaci¨®n homosexual por miedo a que se rechace su petici¨®n. 'No tuvimos ning¨²n problema; fue de lo m¨¢s natural', afirma Marta. ?Y el padre? 'No hay. Es s¨®lo un fenotipo que ha puesto sus 23 cromosomas. Y ah¨ª acaba su funci¨®n', responde tajante Cristina.
?sa es una de las 'incongruencias legales' que las asociaciones de gay y lesbianas denuncian: mientras que una mujer soltera puede adoptar, o una pareja de lesbianas puede recurrir a tener un hijo por inseminaci¨®n artificial o mediante una relaci¨®n heterosexual, la ley no permite la patria potestad compartida ni la adopci¨®n por una pareja de gay o lesbianas. Tan s¨®lo la ley de uniones de hecho de Navarra permite la adopci¨®n de menores por parejas del mismo sexo, pero la medida ha sido recurrida por el Partido Popular ante el Tribunal Constitucional.
Las dem¨¢s leyes auton¨®micas de parejas de hecho (Catalu?a, Arag¨®n y la Comunidad Valenciana) no incluyen esta posibilidad. De hecho, esta ¨²ltima ni siquiera recoge que este tipo de uniones sean una familia. Las iniciativas legislativas que preparan otras comunidades aut¨®nomas s¨ª lo incorporan, como Asturias. El derecho a compartir la tutela s¨ª se encuentra recogido en las leyes de pareja de los pa¨ªses n¨®rdicos (Finlandia, Suecia, Dinamarca, Noruega e Islandia), se?ala la Coordinadora Gai-Lesbiana.
'Es lo que m¨¢s rabia me da', comenta Marta, 'que nunca podr¨¦ decir oficialmente: 'Estos son mis hijos', aunque es indudable que lo van a ser'. Legalmente, lo m¨¢s lejos que esta pareja ha podido llegar es a firmar ante notario un acta que recoge los derechos y obligaciones de la madre no biol¨®gica.
Como explica su abogada, Marta Gin¨¦s, en el documento se pretende suplir el desamparo legal de los peque?os, que no pueden exigir nada de la persona que vive con ellos como madre. Tambi¨¦n se recogen los pretendidos derechos de Marta, que podr¨¢ decidir, por ejemplo, qu¨¦ hacer con los ni?os en caso de una urgencia m¨¦dica. Previsoramente, 'porque hay que ser realistas', se establecen sus derechos de visita y su obligaci¨®n a pasar una pensi¨®n a los ni?os en caso de que la pareja se rompa. ?ste es uno de los argumentos de las asociaciones de gay y lesbianas cuando se debate el tema de la adopci¨®n por parte de homosexuales y el bienestar de los ni?os: los derechos de los peque?os que ya viven con parejas de hombres o mujeres a mantener su entorno afectivo, e incluso su nivel de vida.
Pero el documento firmado por Marta y Cristina va m¨¢s all¨¢, y, al intentar atar todos los cabos posibles, establece que Marta ser¨¢ la tutora de los ni?os si fallece Cristina, la madre natural. 'En caso contrario, aunque Marta haya convivido con ellos durante a?os, los haya cuidado y haya pagado sus facturas, no tendr¨ªa ning¨²n derecho, y la tutela de los ni?os ser¨ªa para los abuelos o los t¨ªos, que podr¨ªan incluso prohibir a Marta que los viera', informa la abogada de la pareja.
Y eso que la familia no ha puesto inconvenientes. 'Tenemos la suerte de que las familias nos apoyan completamente', comenta Marta, quien asume la representaci¨®n de la pareja ante el cansancio de Cristina. 'Los abuelos y los t¨ªos est¨¢n encantados', afirma. Tambi¨¦n destaca el apoyo de sus compa?eros de trabajo y sus amigos. Incluso conf¨ªa en que podr¨¢ tomarse unos d¨ªas -'como si fuera una baja por paternidad'- para ayudar a su pareja cuando nazcan los peque?os. 'Es que dos ni?os son mucho trabajo', recalca.
No creen que el futuro sus hijos vayan a tener m¨¢s problemas que otros ni?os por el hecho de tener dos madres. 'En la sociedad cada vez hay m¨¢s ni?os que viven con uno solo de los padres, o con las nuevas parejas de ¨¦stos. Vivir con dos personas que te quieren no debe ser una tara', comenta Petit.
Todo este optimismo y esta ilusi¨®n no oculta un desenga?o: 'Si el matrimonio entre personas del mismo sexo estuviera permitido todo ser¨ªa mucho m¨¢s f¨¢cil', comentan.
Por eso Cristina y Marta han decidido hacer p¨²blica su situaci¨®n y presentarse 's¨®lo una vez' ante los medios de comunicaci¨®n: para denunciar la 'indefensi¨®n' en que se encuentra su familia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.