?Qu¨¦ verano!

Resulta dif¨ªcil saber si el desasosiego y la irritabilidad social contagian a la pol¨ªtica o si ocurre todo lo contrario. Tambi¨¦n puede ocurrir que vayan en paralelo, por alguna causa com¨²n. Pero lo cierto es que estamos comenzando un verano bastante tenso. Ya s¨¦ que estoy hablando de sensaciones, siempre subjetivas, aunque me temo que ampliamente compartidas. Veamos si coinciden con mi opini¨®n.

Desde el punto de vista social, estos ¨²ltimos d¨ªas son terribles. Aqu¨ª, all¨¢ y acull¨¢, las noticias que nos sirven ponen los pelos de punta. Una madre tejana ahoga a sus cinco hijos por culpa de una depresi¨®n postparto. En los alrededores de Madrid, se produce una absurda masacre familiar realizada por un personaje todav¨ªa m¨¢s absurdo. Un joven valenciano, dicen que enfermo reconocido, acuchilla varias veces a su hermano durante una pelea. Recibo un oficio de la Facultad de Psicolog¨ªa donde me comunican que los accesos a la misma estar¨¢n controlados por guardias de seguridad y Polic¨ªa Nacional, que podr¨¢n pedir que me identifique. Ya anunci¨¦, hace alg¨²n tiempo, que necesitar¨ªamos una carpa para atender a los fumadores alternativos que pululaban por all¨ª, pero se han decidido por convertir toda la Facultad en una gran carpa con porteros de uniforme. Todas las noticias creen que la maldad est¨¢ ah¨ª fuera, que es suficiente con encerrarse, hasta que se den cuenta de que Alien, el eterno pasajero, sigue estando dentro de la nave espacial.

La pol¨ªtica de los ¨²ltimos d¨ªas corre paralela al desasosiego social. El viejo tema de Piqu¨¦ reaparece y, por lo que pueda pasar, todos quietos. Hasta en la pol¨ªtica valenciana resucita el quietismo. El Plan Hidrol¨®gico se confirma, pero nadie se lo cree del todo. La Acad¨¨mia Valenciana de la Llengua cierra una ¨¦poca, es cierto, pero no consigue encapsular el problema y sigue habiendo v¨ªctimas. Se investiga Terra M¨ªtica por la Uni¨®n Europea, un emblema valenciano que nunca reposa tranquilo, siempre renace como el ave f¨¦nix que tiene por s¨ªmbolo. Hasta la legionella se empecina en existir sin papeles que la certifiquen, como los virus porcinos que emigran sin entender de fronteras ni leyes de extranjer¨ªa.

La pr¨®xima semana es crucial para el desenlace de todo este desasosiego y tensi¨®n. Primero el debate sobre el estado de la naci¨®n, despu¨¦s y s¨®lo despu¨¦s las decisiones de Aznar, y todav¨ªa despu¨¦s la de los fiscales y tambi¨¦n las de Zaplana que est¨¢ a la espera y a resultas. Mientras tanto, los ciudadanos sobreviven sorteando Iberia, esquivando la Renfe y enfrent¨¢ndose a la carretera para alcanzar un buen puerto que les ayude a descansar de tanto desaguisado y de irritaciones m¨²ltiples.

Puede que todo se deba a que estamos asistiendo al final de una etapa. Los momentos finales de un per¨ªodo social se parecen en muchos aspectos a los comienzos que tuvieron, donde vuelven a surgir todos los viejos temas aunque camuflados por una neblina que dificulta la claridad de visi¨®n. Y, adem¨¢s, tienen un color sepia, de fotograf¨ªa vieja, que te muerde con rabia en la memoria. Pues esa es la sensaci¨®n que tengo, ahora que est¨¢n empezando los calores. Espero equivocarme, como de costumbre, pues de lo contrario nos espera un largo y c¨¢lido verano.