Un mar de dudas en torno a la guerrilla albanesa

El Gobierno de Macedonia dej¨® claro desde un principio que considera a los alzados en armas del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN) un producto importado del vecino Kosovo. Se trata de 'extremistas' y 'terroristas', seg¨²n el lenguaje oficial y de los medios de comunicaci¨®n de los macedonios eslavos. Sobre el origen y composici¨®n del ELN circulan m¨²ltiples teor¨ªas. No cabe duda de que existe una coincidencia temporal entre la aparici¨®n del ELN en Macedonia y la creaci¨®n del protectorado internacional en el vecino Kosovo, con una frontera de por medio casi imposible de controlar. Sin duda, buena parte del armamento y del apoyo log¨ªstico del ELN macedonio procede de Kosovo y de los restos del, presuntamente, disuelto Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo (ELK). Las siglas de ambos grupos en alban¨¦s son las mismas: UCK. Ni siquiera se tomaron la molestia de cambiar las insignias de los uniformes.

El ELN dispone de las armas robadas de los arsenales militares de Albania que, tras cumplir su funci¨®n en Kosovo, han pasado a Macedonia gracias a la tomadura de pelo que se permitio el ELK con la Fuerza Internacional de Kosovo (Kfor). En el desarme, el ELK entreg¨® a la Kfor la chatarra y se cuid¨® muy bien de guardar las armas buenas para mejor ocasi¨®n.

Pero reducir el ELN a un producto de importaci¨®n de Kosovo ser¨ªa una simpleza inadmisible. En apenas tres meses han crecido las simpat¨ªas al ELN entre la poblaci¨®n albanesa de forma desproporcionada. Al mismo tiempo, cae en picado el apoyo a los partidos tradicionales: el Partido Democr¨¢tico de los Albaneses (DPA) y el Partido para la Prosperidad Democr¨¢tica (PDP). Estos dos partidos albaneses forman parte del Gobierno de concentraci¨®n nacional de todos los partidos de Macedonia, pero no tienen el menor empacho en firmar una declaraci¨®n de objetivos comunes con la guerrilla del ELN a mediados de mayo en la ciudad kosovar de Prizren.

Para combatir al ELN, el Estado macedonio cuenta con unas fuerzas policiales y un Ej¨¦rcito en estado deplorable. Tras el abandono pac¨ªfico de Macedonia, el Ej¨¦rcito de Yugoslavia se llev¨® hasta los enchufes de los cuarteles y dej¨® en precario a las Fuerzas Armadas de la nueva rep¨²blica. A base de donativos de la vecina Bulgaria, el Ej¨¦rcito de Macedonia pudo poner en pie una fuerza de blindados que entran dentro de la categor¨ªa chatarra ambulante y resultan por completo ineficaces a la hora de tratar de desalojar a la guerrilla de las monta?as.

En los primeros d¨ªas de combates se pudo incluso contemplar en Tetovo la escena de soldados macedonios que empujaban a un blindado para tratar de ponerlo en marcha en medio de una gigantesca humareda que sal¨ªa por todos sitios menos por el tubo de escape.