Arafat ordena la detenci¨®n de los radicales que no acatan la tregua

Uno de los primeros en ser detenido fue el jeque Ramad¨¢n Abdall¨¢ Sami, de 45 a?os, l¨ªder pol¨ªtico y jefe espiritual de la Yihad Isl¨¢mica, la segunda organizaci¨®n fundamentalista m¨¢s importante de los territorios aut¨®nomos palestinos tras Ham¨¢s, responsable de un gran n¨²mero de ataques suicidas contra Israel, quien, sin embargo, tuvo que ser liberado horas m¨¢s tarde como consecuencia de la presi¨®n de sus militantes, que se lanzaron a la calle pidiendo su puesta en libertad.

El jeque Ramad¨¢n fue detenido y acusado de haber incitado a la violencia en el transcurso de una concentraci¨®n celebrada el viernes por la tarde en el campo de refugiados de Jabalia, que, con sus 100.000 habitantes, es el m¨¢s importante y poblado de todos los de Oriente Pr¨®ximo. El orador hab¨ªa pedido a los asistentes a la reuni¨®n apoyar la Intifada palestina y deso¨ªr los llamamientos al alto el fuego efectuados por la Autoridad Palestina en cumplimiento del plan de paz de los servicio secretos norteamericanos (CIA).

El dirigente de Yihad Isl¨¢mica fue liberado cuatro horas m¨¢s tarde, despu¨¦s de que sus seguidores y militantes de la organizaci¨®n fundamentalista, que se hab¨ªan concentrado en los alrededores del campo de Jabalia, cerca de una comisar¨ªa de polic¨ªa de Arafat, mientras gritaban: '?S¨ª a la guerra isl¨¢mica, s¨ª a la resistencia'.

Ayer por la tarde se encontraban, sin embargo, detenidos y a disposici¨®n de la polic¨ªa otros elementos radicales palestinos, entre los que figuraban militantes de Al Fatah, Ham¨¢s y Frente Democr¨¢tico para la Liberaci¨®n de Palestina. Se desconoce exactamente el n¨²mero de detenidos y su situaci¨®n juridica, seg¨²n afirmaban ayer organizaciones de defensa de derechos humanos de Ramala y Gaza.

Estas detenciones suponen la ruptura del pacto suscrito por el presidente Arafat y las fuerzas fundamentalistas hace dos semanas, cuando el presidente palestino dio garant¨ªas a las fuerzas isl¨¢micas y fundamentalistas de que no habr¨ªa detenciones de sus dirigentes y militantes, tal y como solicitaban los israel¨ªes y se le hab¨ªa pedido en el plan de pacificaci¨®n de la CIA. Las medidas policiales adoptadas ahora por Arafat recuerdan la situaci¨®n creada en los territorios en 1998, cuando, a ra¨ªz de las presiones tambi¨¦n de la CIA y de su responsable, George Tenet, la Autoridad Palestina se vio obligada a detener a numerosos militantes fundamentalistas, a clausurar sus centros sociales y caritativos y a iniciar una dura represi¨®n dirigida a diezmar a todos sus cuadros.

Yasir Arafat puso punto final a esta situaci¨®n de acoso hace nueve meses, cuando estall¨® la Intifada el pasado mes de septiembre. Abri¨® las puertas de sus c¨¢rceles y liber¨® a todos los elementos radicales.

Con estas detenciones, Arafat intenta apaciguar los ¨¢nimos del Gobierno israel¨ª, que el viernes por la noche, poco despu¨¦s de conocerse el atentado mortal contra los dos soldados, anunciaba que su paciencia 'se est¨¢ agotando', dejando entrever la posibilidad de reanudar los ataques militares y poner punto final al alto el fuego. Ariel Sharon se entregar¨ªa as¨ª en cuerpo y alma a los radicales israel¨ªes, especialmente al movimiento colono, que desde hace una semana piden una 'guerra abierta' contra los palestinos.

Ayer, en plena escalada de la tensi¨®n, el Ejercito israel¨ª actu¨® contra los poblados situados en el sur de la franja de Gaza, donde se hab¨ªa producido el atentado el d¨ªa anterior, destruyendo una veintena de casas y matando a un civil palestino, con la excusa de que ¨¦ste hab¨ªa tratado de entrar ilegalmente en Israel a trav¨¦s de un paso prohibido, llevando en su mano un arma.