Manifestaci¨®n

Miles de personas desfilaron pac¨ªficamente el domingo por el centro de Barcelona en leg¨ªtimo uso de un derecho protegido por la Constituci¨®n. Protestaban contra la globalizaci¨®n. Pero la actuaci¨®n violenta de un centenar de individuos, as¨ª como la turbia intervenci¨®n policial -presenciada y registrada por los medios de comunicaci¨®n-, estropearon ese ejercicio democr¨¢tico. Los problemas para celebrar esta manifestaci¨®n de triste final arrancan de lejos. La delegada del Gobierno, Julia Garc¨ªa Valdecasas, quiso cambiar el itinerario de la marcha a mitad de la semana, pero el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a (TJSC), considerando 'acreditada' la trayectoria de las m¨¢s de 300 organizaciones que convocaban la marcha, as¨ª como su compromiso 'pac¨ªfico', decidi¨® autorizarla en los t¨¦rminos previstos por los promotores.

La polic¨ªa deber¨ªa haber velado por el ejercicio de este derecho. Desgraciadamente no fue as¨ª. El ministro del Interior record¨® ayer que la polic¨ªa es garante del orden y respald¨® su actuaci¨®n. Pero el orden que debe garantizar la polic¨ªa es el orden democr¨¢tico, que, entre otras cosas, pasa por que unos ciudadanos puedan manifestarse a favor de determinadas ideas, por pol¨¦micas que resulten para otros.

El papel de la polic¨ªa en Barcelona no fue ¨¦se. Pec¨® por defecto al tolerar de hecho los actos vand¨¢licos que acontecieron durante la manifestaci¨®n. Pod¨ªa haberlos evitado, puesto que los cometieron menos de cien personas desgajadas de la marcha. La rotura de escaparates se prodig¨® sin que las fuerzas de seguridad se hicieran presentes, mientras el servicio de orden de la manifestaci¨®n se interpon¨ªa entre los v¨¢ndalos y sus objetivos poniendo en peligro su integridad. La excusa de que intervenir habr¨ªa incrementado la tensi¨®n resulta huera, pues las organizaciones convocantes predicaron, y defendieron, una marcha sin violencia.

La polic¨ªa pec¨® tambi¨¦n por exceso. En las postrimer¨ªas de la marcha, y cuando ya se hab¨ªan producido los hechos violentos, carg¨® contra manifestantes pac¨ªficos. Resultado: sesenta contusionados, entre ellos algunos periodistas que observaban la situaci¨®n. El Colegio de Abogados de Barcelona acus¨® ayer a la polic¨ªa de vulnerar derechos fundamentales, y a Interior, de tejer una estrategia para incitar a la violencia con el fin de desacreditar a los movimientos sociales contestatarios. Sin necesidad de ir tan lejos, los hechos reclaman una investigaci¨®n. Sobre la actuaci¨®n de polic¨ªas de paisano que usaban porras, sobre su pasividad ante los violentos y su intervenci¨®n contra los pac¨ªficos. Sobre qui¨¦n orden¨® tanto desafuero.