Mas¨®n, independiente y liberal
La edici¨®n de la obra period¨ªstica del sevillano Chaves Nogales resalta la clarividencia de un testigo del siglo XX
Independiente, premonitorio, certero en sus an¨¢lisis, de esp¨ªritu aventurero y con una inagotable curiosidad, Manuel Chaves Nogales (Sevilla, 1897-Londres, 1944) fue un testigo excepcional de la historia espa?ola y europea de la primera mitad del siglo XX. Parte de su ingente labor period¨ªstica ha sido recogida por la profesora Mar¨ªa Isabel Cintas en dos vol¨²menes publicados por la Diputaci¨®n sevillana. La Obra period¨ªstica, vol¨²menes I y II (con casi un millar de p¨¢ginas cada uno), es s¨®lo el bot¨®n de muestra de su producci¨®n y aparece tras la edici¨®n su obra narrativa completa. La publicaci¨®n se acompa?a de la primera reedici¨®n desde 1941 de La agon¨ªa de Francia, un an¨¢lisis clarividente de la ocupaci¨®n alemana del pa¨ªs galo in¨¦dito en Espa?a.
Cintas, profesora de Lengua y Literatura espa?olas y especialista en literatura del exilio, ha recogido la producci¨®n period¨ªstica de Chaves Nogales en Espa?a, desde sus comienzos en la prensa sevillana hasta los primeros a?os de su traslado a Francia como exiliado de la guerra civil, es decir, desde 1917 hasta 1939. 'He reunido los art¨ªculos que he encontrado con firma. Hay muchos m¨¢s. Es s¨®lo la punta del iceberg', asegura.
Chaves Nogales conoci¨® los principales acontecimientos de la sociedad espa?ola del primer tercio del siglo XX. 'Aprendi¨® el oficio a pie de rotativa y ya el virus de la informaci¨®n se apoder¨® de ¨¦l hasta su muerte. Se sinti¨® siempre y ante todo periodista', comenta la editora. El periodista cultiv¨® el reportaje, la cr¨®nica, la cr¨ªtica, los editoriales y art¨ªculos y las entrevistas.
Su lista de entrevistados es amplia y variada: marginados, gobernantes (Abdelkr¨ªn, Goebbels, los miembros del primer gobierno de la II Rep¨²blica...), toreros (Juan Belmonte, entre ellos) o artistas (Charles Chaplin, Maurice Chevalier...). Y entre los reyes y pr¨ªncipes, Alfonso XIII, Haile Selassie o Humberto de Saboya. 'Winston Churchill o el arzobispo de Canterbury tambi¨¦n fueron objeto de sus entrevistas', se?ala Cintas, empe?ada desde hace 11 a?os en rescatar el legado de un analista 'ignorado, pues nunca fue bandera ni de las izquierdas ni de las derechas'.
Chaves Nogales conoci¨® el resurgir del regionalismo y la Exposici¨®n Iberoamericana de 1929 en su ciudad natal, de la que hizo un cr¨ªtico y agudo retrato en El colapso de Sevilla. 'Con la Rep¨²blica, Barcelona empieza a vivir; Sevilla ha empezado a morirse', escribi¨® en ese art¨ªculo, en el que analizaba las razones por las que la Rep¨²blica no calaba en la conservadora Sevilla, 'la ciudad de la monarqu¨ªa, la ciudad del no-madeja-do alfonsino'.
'Era iluso pensar que los arist¨®cratas terratenientes que sosten¨ªan Sevilla iban a hacerse republicanos el 14 de abril de golpe y porrazo... Sevilla, ciudad favorita de la monarqu¨ªa, beneficiaria de la largueza dictatorial, no era f¨¢cil que rompiera s¨²bitamente con su pasado'. Chaves Nogales se refer¨ªa a las autoridades sevillanas como a 'los se?oritos de frac azul y llave de gentilhombre en la cadera' y no dejaba t¨ªtere con cabeza cuando describ¨ªa a los enemigos de la Rep¨²blica: 'Toda esa fauna de pistoleritos flamencos, se?oritos comunistas, reaccionarios de rifle y flor de lis, incendiarios profesionales, gente toda -de la derecha y de la izquierda- con un solo designio: hundir el r¨¦gimen republicano'.
Despu¨¦s, vivi¨® el Madrid de la dictadura de Primo de Rivera, donde fue redactor jefe y director de peri¨®dicos como el Heraldo de Madrid, Ahora o Estampa. 'Recorri¨® el territorio espa?ol y estuvo en los acontecimientos m¨¢s significativos de la II Rep¨²blica: la ocupaci¨®n de Ifni, la revoluci¨®n de Asturias o los brotes anarquistas', cuenta la editora.Fue mas¨®n como Manuel Aza?a, que confiaba en ¨¦l. 'Chaves Nogales no estaba sometido a ning¨²n partido pol¨ªtico, aunque defendi¨® siempre la Rep¨²blica. Se defini¨® como peque?o burgu¨¦s liberal', precisa Cintas.
Era de ese tipo de periodistas que trabajaba sobre el terreno y utilizaba asiduamente el avi¨®n, con el que recorri¨® Europa. En Alemania fue testigo de lo que m¨¢s tarde ser¨ªan los campos de exterminio de los jud¨ªos y viaj¨® a Rusia para escribir sobre la revoluci¨®n. No se conformaba s¨®lo con informar, sino que analizaba en profundidad lo que ve¨ªa.
Dos grandes temas acapararon su inter¨¦s informativo, que fueron los que marcaron el devenir de Europa en el siglo XX: la revoluci¨®n rusa y el fascismo y nazismo, 'expresiones para el periodista de un mismo talante antidemocr¨¢tico, hijas de un mismo sentir totalitario'. Perseguido por la Gestapo, fue represaliado por el Tribunal para la Represi¨®n de la Masoner¨ªa y el Comunismo del r¨¦gimen de Franco. 'Por ello, su labor fue ocultada. Su esp¨ªritu independiente y las cr¨ªticas a los extremismos de derecha e izquierda lo convirtieron en un periodista molesto para los dos bandos', recuerda la profesora.
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