Celia Cruz, Lucrecia y Albita comparten su salsa en 'Pasi¨®n cubana'
El saxofonista Paquito D'Rivera dirige ma?ana el espect¨¢culo en Madrid
El espect¨¢culo Pasi¨®n cubana reunir¨¢ ma?ana en el mismo escenario (las entradas cuestan 4.200 pesetas) no s¨®lo a la mujer que se dio a conocer como la vocalista de la Sonora Matancera. El cartel se completa con Lucrecia, a la que ya se le atribuye la herencia musical de Cruz; Albita Rodr¨ªguez, una de las cantantes favoritas de Fidel Castro, al menos hasta que abandon¨® la isla rumbo a Miami en 1993; y, como maestro de ceremonias y al mando de una orquesta formada por 15 m¨²sicos cubanos, el saxofonista Paquito D'Rivera, uno de los protagonistas de la pel¨ªcula Calle 54, dirigida por Fernando Trueba. M¨¢s a¨²n. La iniciativa quiere ser un puente tendido entre Cuba, Espa?a y Portugal, por lo que tambi¨¦n act¨²an el cantautor portugu¨¦s Vitorino y la bailaora Sara Baras como invitada espa?ola.
Todos los artistas, salvo Baras, se sentaron ayer en la misma mesa para presentar el espect¨¢culo, pero el acto se desarroll¨® m¨¢s como una reuni¨®n informal de m¨²sicos decidiendo el repertorio, o como una tremenda fiesta en la que corrieron mojitos y daiquiris. Abri¨® el fuego Paquito D'Rivera: '?C¨®mo no me iba a parecer apasionante este encargo, si se trata de estar entre flores ?'. La r¨¦plica de Cruz no se hizo esperar: 'Paquito, me vas a dirigir y tambi¨¦n va a ser la primera vez que suba al escenario con Lucrecia. Pero lo mejor es poder volver a Espa?a, porque el a?o pasado me romp¨ª la patica y no pude actuar'. Por alusiones, contest¨® Lucrecia: 'Estoy entusiasmada y llena de buenas vibraciones. Por fin podr¨¦ disfrutar del glamour de Celia y de esa vitalidad que tiene'. Y entonces fue cuando se lanz¨® el grito de guerra: 'Yo lo que tengo es ??Az¨²carrrr!!, alegr¨ªa pa' todos los cuerpos y mucha agua', grit¨® Cruz, aliviada de los calores por el aire acondicionado de la sala.
'Esta iniciativa viene a confirmar que el arte bueno trasciende todas las fronteras. Estoy encantada de estar en el escenario junto a estos monstruos de la canci¨®n. Feliz como una lombriz', dijo Albita Rodr¨ªguez. 'Y fabulosa como una lechosa', le respondi¨® Cruz.
Paquito D'Rivera llegaba de Nueva York, donde el d¨ªa anterior hab¨ªa ofrecido un concierto en el Bacon Theatre; el resto de artistas tambi¨¦n llegaba desde el extranjero. Pero el cansancio no pudo con su buen humor. Se les pregunt¨® si a este concierto se le podr¨ªa poner la etiqueta de uni¨®n de m¨²sicos que han abandonado la isla. No hubo respuestas subidas de tono. 'Usted puede sacar a un cubano de Cuba, pero nunca a Cuba del coraz¨®n de un cubano. Y el coraz¨®n de Cuba es negro y se llama Celia Cruz', dijo Paquito D'Rivera. La cantante le dio la r¨¦plica: 'Yo no soy negra, Paquito, tardaron en sacarme del horno y me qued¨¦ as¨ª, un poco caf¨¦ con leche'.
El repertorio que se podr¨¢ escuchar, seg¨²n Celia Cruz, huir¨¢ de los ¨²ltimos trabajos publicados por los artistas, 'porque el p¨²blico no los conoce'. Durante dos horas desgranar¨¢n grandes ¨¦xitos como Bemba color¨¢ y Oye c¨®mo va, en homenaje a Tito Puente. Cruz se lament¨® de que el concierto no pueda convertirse en disco. 'Acabo de firmar un contrato con la discogr¨¢fica Sony y esa gente son un poco as¨ª, ustedes saben, un poquito absorbentes'.
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