El Insalud admite que algunos hospitales pagan el cu¨¢druple que otros por un mismo f¨¢rmaco
El Tribunal de Cuentas cifraba la diferencia en 1998 en el doble de precio
Tras publicar el pasado 3 de mayo la denuncia del Tribunal de Cuentas, EL PA?S solicit¨® al Insalud datos que permitieran aclarar si perviv¨ªan hoy tales diferencias entre sus hospitales al comprar un mismo f¨¢rmaco. Dos meses despu¨¦s, a¨²n no ha respondido a la pregunta clave: a cu¨¢nto compra cada hospital un mismo f¨¢rmaco. Pero s¨ª ha aportado unas gr¨¢ficas donde eval¨²a el coste diario que tiene en cada hospital la dosis de un mismo principio activo que se administra por paciente. Lo llaman DDD (dosis definida diaria). Tales gr¨¢ficas, en las que el Insalud omite deliberadamente el nombre de cada hospital, permiten comprobar las diferencias de precio entre unos y otros centros. Si en unos hospitales el coste de la DDD de omeprazol oral, un antiulceroso, se sit¨²a en unas 30 pesetas, en otros sobrepasa las 120 pesetas. La misma dosis cuesta cuatro veces m¨¢s.
Tales desfases de costes son a¨²n mayores que los denunciados por el Tribunal de Cuentas, que destapaba diferencias de hasta el doble entre hospitales al comprar un mismo producto. Aunque la gr¨¢fica del Insalud no permite establecer comparaciones para una misma marca, s¨ª evidencia que, al menos, algunos hospitales compran la presentaci¨®n m¨¢s cara de un mismo principio activo, cr¨ªtica que ya formulaba el Tribunal de Cuentas, que observaba que el Insalud no cumpl¨ªa la compra de g¨¦nericos que preconiza.
Una segunda gr¨¢fica muestra que lo anterior no es una excepci¨®n. As¨ª, el coste de la DDD de omeprazol parenteral oscila entre los hospitales de 330 a 680 pesetas. M¨¢s del doble.
Ante la denuncia del Tribunal de Cuentas, el Insalud argument¨® que tales diferencias no eran reales, ya que 'en ocasiones la facturaci¨®n se realiza a PVL (precio de venta laboratorio, precio de intervenci¨®n), pero dicho precio es mejorado posteriormente por bonificaciones o descuentos pactados por los centros en funci¨®n del volumen de compra al proveedor, abonos que a veces son recogidos en la propia factura y otras veces se cuantifican posteriormente y quedan reflejados en documento posterior a la propia factura'.
Tal pr¨¢ctica se traduce en que el dinero finalmente rebajado de la factura oficial se usa para comprar m¨¢s medicamentos u otros productos, ordenadores por ejemplo. Pero las autoridades del Insalud son conscientes de que tal opacidad no se ajusta a la ley y propicia que al final no se sepa exactamente d¨®nde va el dinero del descuento, aunque a rengl¨®n seguido hacen una profesi¨®n de fe: 'No tenemos ninguna noticia de desv¨ªo irregular de tal sobreprecio, porque si no, lo pondr¨ªamos en manos de los tribunales'.
Pero si el Insalud no tiene noticias de desv¨ªos irregulares, lo cierto es que sus propios indicadores anuales de evaluaci¨®n de costes de f¨¢rmacos, donde se supone que ya ha tenido en cuenta todos los descuentos, arrojan diferencias abismales entre unos hospitales y otros. Un alto cargo del Insalud alega que 'a un hospital situado en Manacor siempre le saldr¨¢ m¨¢s caro un f¨¢rmaco que a uno de Madrid'. En la medida en que el cuadro que ofrece el Insalud omite nombres de los centros, es imposible ver qu¨¦ influencia tiene la ubicaci¨®n sobre el coste. Por contra, en el informe del Tribunal de Cuentas, hospitales situados en el centro de la Pen¨ªnsula, como el hospital La Paz o el Virgen de la Salud de Toledo o el hospital Yag¨¹e de Burgos, pagaban el doble por un mismo f¨¢rmaco que centros situados en Murcia o Asturias.
Otra variable que utiliza el Insalud para justificar tales diferencias en costes es que siempre le saldr¨¢ m¨¢s barato al hospital que m¨¢s cantidad compra. Pero la gr¨¢fica del Insalud, aun sin facilitar nombres de centros, evidencia que hospitales con similar volumen de compra contraponen diferencias de coste notables.
El Insalud, en un informe interno, recuerda que el Tribunal de Cuentas le ha reprochado que las compras hospitalarias se han producido 'en t¨¦rminos generales sin sujetarse estrictamente a los procedimientos y formas de contrataci¨®n determinados en la ley de contratos y que los precios pagados en la adquisici¨®n de un mismo producto parecen haber resultado en determinados casos apreciablemente diferentes'. El Insalud lo rebate: 'Aunque algunos centros no se hayan ajustado de forma estricta a las previsiones legales, ello no ha ido en detrimento de una gesti¨®n eficiente, ya que los precios pagados en las adquisiciones han resultado competitivos. Por ello, entendemos que de manera alguna cabe hablar de un descontrol en la adquisici¨®n de estos productos'.
Pero el Insalud admite que actualmente el 49% de los contratos que suscriben los hospitales a¨²n se produce 'sin verificar la totalidad de los requisitos establecidos en la ley de contratos'. Estos mecanismos no son otros que la publicidad y la concurrencia.
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