Los v¨ªdeos de Montesinos
La transcripci¨®n de algunas de las cintas grabadas por el esp¨ªa preso en Per¨² destapa el alcance de su red de corrupci¨®n
'?Diez?', ofrece el corruptor. '?Quince?', regatea el corrupto. Vladimiro Montesinos cuenta: 'Uno, dos, tres...'. El asesor y c¨®mplice del ex presidente Alberto Fujimori en la destrucci¨®n de la democracia peruana entrega 15.000 d¨®lares (unos 2,8 millones de pesetas) al pol¨ªtico Alex Kouri. La grabaci¨®n clandestina exhibe al sinverg¨¹enza vendi¨¦ndose a un Gobierno que pereci¨®, a finales del pasado a?o, hediendo por los cuatro costados. La compra del due?o de dos canales de televisi¨®n, Jos¨¦ Francisco Crousillat, oblig¨® a una primera cuota de 600.000 d¨®lares. Los fajos se amontonan en una mesa. 'Sin el sellito [sin marcar] ni nada', celebran.
El delincuente capturado el pasado 23 de junio en Caracas, que ayer se declar¨® en huelga de hambre seg¨²n su mujer, despu¨¦s de una fuga de casi ocho meses en el extranjero, almacen¨® un arsenal de v¨ªdeos comprometedores que mantienen a la sociedad andina en vilo, y cuya publicaci¨®n habr¨¢ de arruinar honras y carreras. Fueron incautados 2.500, pero hay muchos m¨¢s. 'Tengo otros 30.000. Causar¨¦ una hecatombe', amenaz¨® Montesinos. Legiones de atemorizados compatriotas imaginan publicados, con el trasero al aire, maridos refocil¨¢ndose en burdeles, esnifando coca¨ªna, pecando contra natura, borrachos como cubas.
'No he tenido tiempo de cambiar en d¨®lares. Te lo voy a dar en soles', dice Montesinos a uno de sus sobornados
El propio Alejandro Toledo, que ser¨¢ investido presidente el pr¨®ximo 28 de julio, teme la divulgaci¨®n de una pel¨ªcula sobre ¨¦l, trucada seg¨²n afirma, acompa?ado por dos meretrices, y evidencias de haber consumido drogas. Las referencias personales en las cintas, con nombres y apellidos, son frecuentes: fulano es un cabr¨®n, mengano un imb¨¦cil, perengano, un tarado.
La existencia de material f¨ªlmico para mayores con reparos es un hecho, pero, de momento, el disponible documenta el sometimiento al fujimorismo de jueces, pol¨ªticos de oposici¨®n, jefes militares o empresarios. 'El 9 de abril es un tema ya resuelto (...), el presidente va a ganar la elecci¨®n', festejan quienes se han complotado para garantizar un pucherazo que hubiera supuesto un tercer mandado consecutivo del ex gobernante pr¨®fugo en Tokio.
Fujimori es tambi¨¦n protagonista en una grabaci¨®n que lo desnuda dialogando telef¨®nicamente con el derrocado presidente ecuatoriano, Jamil Mahuad, a prop¨®sito del acuerdo fronterizo entre los dos pa¨ªses. Le anuncia que el congresista peruano Jorge Trelles ser¨ªa portador de una carta secreta. 'El enano (un periodista) anoche ha cometido el error de su vida', sentencia Montesinos en otro v¨ªdeo, con fecha de marzo de este a?o. 'As¨ª es, la Fuerza Armada', acepta Crousillat. Ambos discuten sobre la suerte del informador inc¨®modo. 'Lo otro es la muerte', comenta, sombr¨ªo, el bandolero con registro empresarial.
Montesinos: No he tenido tiempo de cambiar en d¨®lares, te voy a entregar en soles (moneda peruana) ?ya?
El corrupto se acerca una bolsa de pl¨¢stico, saca paquetones de dinero en efectivo y los apila encima de una mesa.
Montesinos: Pero ahorita no lo vayas a bajar ac¨¢ a tu carro. Lo voy a bajar por aqu¨ª. Si no, que el chico te lo baje.
Crousillat: Yo lo que mejor puedo hacer es meterlo en la maletera y dejarlo all¨¢ en el garaje.
Montesinos: Ac¨¢ tienes 200, 400, 600, 700, 900, un mill¨®n. Ac¨¢ tienes un mill¨®n de soles.
Despu¨¦s sigue contando: 'Uno, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8: 800. Es un mill¨®n 857; 10, 20, 30, 40 y 50, y ac¨¢. Entonces, un mill¨®n 857 que hacen los 619.000 d¨®lares que est¨¢ prorrateado. ?Ya?'. Crousillat parece babear contemplando el billetaje, y anticipando los efectos de una campa?a de difamaci¨®n en ciernes: 'Cuando le hagan el ataque (ininteligible) se va a orinar en los pantalones'. Montesinos asiente y va a lo suyo: la reelecci¨®n de Fujimori en abril: 'Mira, trabajando bien vamos a lograr nuestro objetivo de [ininteligible] 2005. Por eso te digo, ac¨¢ debe estar el 28 de julio del a?o 2000; hacemos el otro compromiso, 2000-2005. (...) Tenemos que levantar la imagen del Gobierno'. La pareja invoca discreci¨®n y sentimientos paternofiliales.
Montesinos: 'Yo tengo que cuidar esta vaina, hermano, porque, carajo, me joden a m¨ª, te joden a ti'. El otro: 'Es importante para ti, para m¨ª, para tus hijos y para mis hijos'.
Los v¨ªdeos, que est¨¢n siendo investigados por el Congreso peruano y un fiscal, revelan un nivel de corrupci¨®n que ha sumido a la mayor¨ªa de los peruanos en el convencimiento de que la decencia es cosa de marcianos. Montesinos y los amanuenses grabados comprometen concesiones mineras a empresas extranjeras, venta de armas por el Estado con comisiones ilegales, pr¨¦stamos bancarios de dudosa legalidad y fraudes a discreci¨®n. Las cintas ya procesadas causaron la detenci¨®n de una decena de generales, la purga de buena parte de la jefatura castrense y la fuga al extranjero de los saqueadores m¨¢s relevantes.
Los investigadores trabajan con dificultades porque los v¨ªdeos est¨¢n codificados electr¨®nicamente. 'El problema es que el est¨¢ndar para probar un cargo criminal se ha elevado en Per¨². Ahora todos exigen un v¨ªdeo. No es normal', admite a este diario C¨¦sar Azabache, procurador [abogado] adjunto del Estado en la investigaci¨®n contra Alberto Fujimori y Montesinos. 'Piden fuentes directas que en cualquier otro pa¨ªs del mundo no ser¨ªan exigibles'. El propio Fujimori, seg¨²n el proceso sumarial en su contra, se llev¨® a Tokio las filmaciones que pueden inculparle en los delitos cometidos por el hombre que probablemente lo inculpar¨¢ desde su celda en la Base Naval del Callao.
El pasado 14 de junio fue conocido que el presidente del Tribunal Supremo de Per¨², entonces Ra¨²l Castillo, firm¨® una resoluci¨®n redactada por el propio Montesinos que exculpar¨ªa al empresario chileno Andr¨®nico Luksic del cargo de soborno de funcionarios. Consta en el metraje clandestino de la cartelera de los horrores en manos del Parlamento. Castillo acab¨® disculp¨¢ndose y tramit¨® el fallo del delincuente al cargo de los Servicios de Informaci¨®n Nacional (SIN).
Montesinos: Al ver la cuesti¨®n lo llam¨¦ al presidente de la Suprema, vino ac¨¢ y dijo: 'Esto no, no me he dado cuenta de este detalle', me dijo. 'Ahora s¨ª, no hay ning¨²n problema'. Agarr¨®, hizo la resoluci¨®n, la firm¨® y me la mand¨® al Peruano [Bolet¨ªn Oficial], y al d¨ªa siguiente sali¨® la otra. [El 10 de marzo de 1998 anunci¨® a Luksic, de quien habr¨ªa recibido una millonada, que sus problemas judiciales ya estaban resueltos].
La oferta de corrupciones es variada. Un v¨ªdeo grabado el 4 de julio de 1998 informa sobre una reuni¨®n entre Montesinos y el entonces ministro de Defensa, C¨¦sar Saucedo, y unos vendedores de armas rusos. Qued¨® contratada la compra de tres MIG 29 por 126 millones de d¨®lares (24.570 millones de pesetas), y la comisi¨®n devengada por aqu¨¦l fue de 48 millones de d¨®lares (5.460 millones de pesetas), seg¨²n una investigaci¨®n parlamentaria. Otro demuestra la eliminaci¨®n del programa de televisi¨®n Sin Censura por 100.000 d¨®lares. Los mandos militares y policiales suscriben un pacto pol¨ªtico con Montesinos en uno m¨¢s, y deciden cambios ministeriales. El director del diario Expreso, Eduardo Calmell, habr¨ªa recibido un total de 3.850.000 d¨®lares despu¨¦s de aceptar la conversi¨®n del rotativo en felpudo al r¨¦gimen. 'En el SIN me pagan mil soles (300 d¨®lares)', dijo el facineroso al cargo de las cloacas peruanas, cuyo bot¨ªn probado en las cuentas bancarias congeladas en el extranjero asciende a cerca de 250 millones de d¨®lares.
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