Seguridad ciudadana: Valencia no va bien

Estamos en tiempo de balances. Por una parte, nos encontramos en el ecuador del presente mandato municipal; por otra, en estas fechas se cumplen diez a?os desde que Rita Barbera accediera a la alcald¨ªa de la ciudad de Valencia.

Son muchos los aspectos que se podr¨ªan abordar en este balance y ya habr¨¢ ocasi¨®n para ello. Pero de todos los problemas a tratar, sin duda alguna aquel que tiene una repercusi¨®n mayor en la conciencia ciudadana es el relativo a la seguridad, o m¨¢s bien, la percepci¨®n que tenemos los valencianos y las valencianas de vivir en una ciudad insegura.

Poco valen aqu¨ª las teor¨ªas o las definiciones de lo que se entiende por una ciudad insegura. Frente a todas ellas, prima siempre la sensaci¨®n que el ciudadano tiene de que su libertad personal, su integridad f¨ªsica o sus bienes est¨¢n insuficientemente protegidos. ?ste es el caso de la ciudad de Valencia.

No descubrimos nada si decimos que todos los gobiernos del Partido Popular, tambi¨¦n el Gobierno Municipal, tratan desesperadamente de ofrecernos situaciones id¨ªlicas y realidades virtuales con la finalidad manifiesta de persuadirnos de que vivimos en el mejor de los mundos posibles. Para ello recurren, de una manera obsesiva, al uso y abuso de las estad¨ªsticas.

En el tema que nos ocupa, hay que decir que este esfuerzo resulta francamente in¨²til. Por mucho que desde la Delegaci¨®n del Gobierno se pretenda maquillar las cifras, provocando incluso los comentarios del Fiscal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana -ver la Memoria del a?o 2000-, lo cierto es que el clima de inseguridad ciudadana se ha agravado en Valencia. Lo viene haciendo de una manera progresiva en los ¨²ltimos a?os mostrando de forma evidente la ineficacia de las pol¨ªticas impulsadas desde las diferentes administraciones. El Partido Popular podr¨¢ intentar maquillar las estad¨ªsticas, pero lo que nunca conseguir¨¢ es maquillar la realidad.

En estos momentos, se mire como se mire, la situaci¨®n de la seguridad ciudadana en Valencia est¨¢ peor que cuando Rita Barber¨¢ asumi¨® la alcald¨ªa de la ciudad. Por ello, es pertinente recordar que la demagogia que derroch¨® en su momento haciendo de este tema su 'promesa electoral estrella' ha quedado en evidencia con el paso de los a?os y se ha acabado volviendo contra ella como tambi¨¦n lo har¨¢n otras promesas incumplidas.

La falta de escr¨²pulos del partido Popular, que no duda un instante en convertir cualquier conflicto, por escabroso o dram¨¢tico que sea, en mercanc¨ªa electoral, acabar¨¢ tarde o temprano pas¨¢ndole factura y haciendo que se estrelle contra la realidad. Alguna vez se deber¨¢ entender que, aquellos problemas que afectan seriamente a la convivencia, solamente pueden ser abordados desde el consenso y la colaboraci¨®n de todas las fuerzas sociales y pol¨ªticas, lo que implica dejarlos al margen de la lucha estrictamente partidista.

Por ello, desde mi responsabilidad como portavoz del primer partido de la oposici¨®n, no acierto a explicarme el rechazo de la alcaldesa a mi propuesta de hace unos d¨ªas para que afrontemos conjuntamente la situaci¨®n de la seguridad ciudadana en Valencia. Es muy libre de enrocarse en una actitud soberbia e insensata; pero los ciudadanos no nos merecemos que la primera autoridad municipal vuelva la espalda a realidades como la tasa de criminalidad que se agrava a?o tras a?o; o que a fecha de hoy siga sin existir un plan coherente para erradicar, o al menos paliar, la venta al menudeo de drogas en las calles; o que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad padezcan serias deficiencias y siga sin resolverse, de una manera eficaz, el asunto de su coordinaci¨®n, tambi¨¦n a nivel metropolitano, algo que agradecer¨ªan algunas de las poblaciones que sufren con nosotros el problema.

No estoy dispuesta a resignarme a esta situaci¨®n. Seguir¨¦ insistiendo, una y otra vez, en mi oferta de compartir con el Equipo de Gobierno los costes pol¨ªticos que puedan suponer la toma de determinadas decisiones. Lo har¨¦ por los ciudadanos, por defender la convivencia, la seguridad y la calidad de vida de todos. Algo que, a la luz de los hechos, no parece estar entre las prioridades de la alcaldesa.

Ana Noguera es portavoz del Grupo Municipal Socialista-Progresista en el Ayuntamiento de Valencia.