El sindicato ELA pide un refer¨¦ndum para un mayor autogobierno de Euskadi

A una semana de la investidura del lehendakari Juan Jos¨¦ Ibarretxe, la organizaci¨®n m¨¢s poderosa del Pa¨ªs Vasco, con 95.000 afiliados, hizo o¨ªr su voz y, aunque refiri¨¦ndose al ¨¢mbito socioecon¨®mico, plante¨® la necesidad de celebrar en esta legislatura una consulta popular de signo soberanista. "Si el Estado no acepta revisar el autogobierno vasco, es preciso abrir un proceso de consulta popular para que la demanda de respeto al ¨¢mbito vasco de decisi¨®n vaya acompa?ada de un ejercicio de facto. Estamos decididos a pedir formalmente una consulta popular", recalc¨® Jos¨¦ Elorrieta. Aunque siempre con vinculaci¨®n a asuntos sindicales y sociales, como la reivindicaci¨®n de un "marco vasco" propio de relaciones laborales, el l¨ªder de ELA, dio un nuevo golpe de efecto pol¨ªtico con su emplazamiento, en un discurso de casi una hora ante cerca de 2.000 delegados sindicales, en la Plaza Nueva de Bilbao.

Elorrieta uni¨® continuamente pol¨ªtica y reivindicaci¨®n sindical con censuras a la patronal vasca Confebask -"es un eficaz lobby neoliberal"- y al Gobierno nacionalista de Vitoria, en el que aprecia "un preocupante nivel de inhibici¨®n pol¨ªtica" ante el autogobierno. "Necesitamos que se fijen contenidos, un plan de acci¨®n y un calendario para desbordar democr¨¢ticamente el actual status quo jur¨ªdico-pol¨ªtico e ir avanzando hacia un nivel de autogobierno m¨¢s acorde con las necesidades y deseo mayoritario de los vascos y las vascas", se?al¨®.

ELA, que fue precursor y uno de los principales valedores del Pacto de Lizarra, reivindic¨® de nuevo sus principios como los m¨¢s adecuados para solucionar el problema vasco y censur¨® la "lucha armada" de ETA. "Sin ETA el Estado no nos va a tratar mejor, pero nos podemos defender mejor, le podemos poner m¨¢s en evidencia", argument¨® Elorrieta. La pasada primavera, ELA dio por rota la unidad de acci¨®n sindical y pol¨ªtica que manten¨ªa desde 1994 con el sindicato abertzale LAB, al aumentar sus desacuerdos tras la ruptura de la tregua por ETA.