Aurelio Roncaglia, fil¨®logo

Aurelio Roncaglia (M¨®dena, 1917-Roma, 28 de junio de 2001) ha sido indudablemente una de las cabezas mejor puestas y una de las inteligencias m¨¢s deslumbrantes en toda la historia de la filolog¨ªa rom¨¢nica.

Alumno de la prestigiosa Scuola Normale de Pisa, fue profesor en Trieste y Pav¨ªa, y sucedi¨®, muy joven a¨²n, a su maestro Angelo Monteverdi en la c¨¢tedra de la Universidad de Roma. Su actividad docente e investigadora, intensa y rigurosa, discurri¨® por todos los ¨¢mbitos de la roman¨ªstica, apoyada en una s¨®lida cultura latina, cl¨¢sica y medieval, as¨ª como en sus conocimientos en el campo de la m¨²sica. A su edici¨®n de la Chanson de Roland en 1947 siguieron particulares y personales trabajos sobre sus antecedentes, o 'prehistoria', como a ¨¦l le gustaba llamarlos, la identificaci¨®n de extra?os top¨®nimos o la historia del 'pecado de Carlomagno'. La g¨¦nesis del Roman d'Alexandre, la dataci¨®n del Trist¨¢n de Tom¨¢s de Inglaterra y el precioso art¨ªculo sobre la 'statua d'Isotta' son algunos de sus estudios sobre las primeras novelas medievales.

Destac¨® como provenzalista, y siempre se ha de recurrir a sus ediciones de las m¨¢s intrincadas poes¨ªas de Marcabr¨², el m¨¢s oscuro de los trovadores, del que consigui¨® interpretar t¨¦rminos y conceptos especialmente problem¨¢ticos con gran lucidez y acierto. El exhaustivo an¨¢lisis de algunas canciones de Bernart de Ventadorn, el brillante estudio sobre la 'invenci¨®n' de la sextina, su interpretaci¨®n del 'trobar clus', siempre actual, y sus observaciones sobre aspectos concretos de la l¨ªrica gallego-portuguesa y stilnovista son instrumentos fundamentales para todo medievalista.

Roncaglia fue uno de los fundadores de la Soci¨¦t¨¦ Internationale Rencesvals, constituida en 1955 y presidida por don Ram¨®n Men¨¦ndez Pidal, lo que le relacion¨® estrechamente con fil¨®logos espa?oles, siendo desde entonces frecuente su presencia en nuestras universidades. Director de la revista Cultura Neolatina y de los Studi, testi e manuali de la editorial Mucchi, eficaz miembro de la Accademia dei Lincei y correspondiente de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona, podr¨¢ ser relevado en esos puestos, pero nadie llenar¨¢ el lugar singular¨ªsimo, personal e intelectualmente, que el gran romanista ocupaba en todos ellos y en el panorama de la filolog¨ªa.