Alemania debate un cambio radical en la selecci¨®n de sus inmigrantes
En el documento -solicitado por el Gobierno para preparar, aun antes de las pr¨®ximas elecciones de 2002, una reforma a fondo del r¨¦gimen de extranjer¨ªa- se establece que unos 20.000 de los 50.000 inmigrantes previstos sean profesionales.
La entrada regularizada de inmigrantes deber¨ªa garantizar no s¨®lo la competitividad internacional del pa¨ªs, sino tambi¨¦n la supervivencia de su sistema de seguridad social, en entredicho por el envejecimiento de la poblaci¨®n.
El informe propone un sistema flexible en el que los extranjeros pueden aspirar a permisos de residencia a trav¨¦s de concursos similares a los canadienses, y refleja el consenso de dos partes por lo general dif¨ªcilmente reconciliables: patronales y sindicatos. En principio, los empresarios quisieran permitir el ingreso de muchos m¨¢s extranjeros, entre 300.000 y 400.000 al a?o, para hacer frente a la cr¨®nica falta de mano de obra especializada en un pa¨ªs que, parad¨®jicamente, cuenta con 3,7 millones de desempleados. Los sindicatos, en cambio, hasta ahora han sido partidarios de reducir al m¨ªnimo la inmigraci¨®n. Unos y otros, sin embargo, ayer pidieron una r¨¢pida puesta en pr¨¢ctica de las propuestas del informe S¨¹ssmuth.
Documento hist¨®rico
Tambi¨¦n el ministro del Interior socialdem¨®crata, Otto Schily, destac¨® la ecuanimidad de un documento que calific¨® de 'hist¨®rico'. 'Es una buena base para el proceso que deber¨¢ conducir a que el Gobierno presente un proyecto de ley en septiembre', dijo. Seg¨²n informes preliminares de prensa, sin embargo, el Partido Socialdem¨®crata Alem¨¢n (SPD) aboga por una soluci¨®n m¨¢s restrictiva, en la que, durante los pr¨®ximos diez a?os, tan s¨®lo se permitir¨¢ el ingreso de profesionales altamente capacitados, sin establecer cuota alguna.
En principio, a ello tambi¨¦n est¨¢n dispuestos los democristianos, que no s¨®lo podr¨ªan intentar bloquear la reforma en la C¨¢mara alta, sino tambi¨¦n optar por una campa?a electoral de tinte xen¨®fobo, que ya en el pasado les ha dado buenos resultados en las urnas. Ayer, los pronunciamientos conservadores, en efecto, iban en esta direcci¨®n, al rechazar la ampliaci¨®n de la inmigraci¨®n y recalcar la necesidad de expulsar m¨¢s expeditivamente a aquellos extranjeros que cometan fechor¨ªas.
Pese a que el n¨²mero de extranjeros que residen en Alemania llegue a 7,3 millones de habitantes, un 8,9% de la poblaci¨®n, los conservadores s¨®lo recientemente est¨¢n comenzando a acostumbrarse a que Alemania es ya un 'pa¨ªs de inmigrantes', como ayer dej¨® claro el informe S¨¹ssmuth. Aceptar la entrada de profesionales altamente capacitados, en este contexto, es un avance a medias: como ha demostrado la poca resonancia del permiso de trabajo para inform¨¢ticos creado el a?o pasado, Alemania -con su complicado idioma, sus inviernos de m¨ªnima luminosidad y su amenazante xenofobia- no es tierra prometida para la ¨¦lite de la globalizaci¨®n.
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