Dos testigos protegidas permiten condenar por proxeneta a un jefe del penal de Navalcarnero

El fallo judicial decreta, adem¨¢s, el cierre del hotel Brisas durante tres a?os por servir de enclave para cometer estos delitos de prostituci¨®n. La juez Mar¨ªa Quesada, del Juzgado de lo Penal n¨²mero 6 de Madrid, afirma que los acusados retuvieron a las mujeres en el hotel, 'sin dejarlas salir solas a la calle', hasta cobrarse de cada una de ellas los 8.000 marcos (en torno a 700.000 pesetas) que les hab¨ªan prestado para viajar desde Rusia a Espa?a. Cuando llegaron a Madrid, las mujeres ignoraban que el trabajo prometido era la prostituci¨®n.

La pena m¨¢s alta de las impuestas -cuatro a?os y ocho meses de c¨¢rcel por coacciones a la prostituci¨®n- ha reca¨ªdo en Luis Fernando B. R., jefe de servicio de la prisi¨®n de Navalcarnero. Tras la sentencia, Instituciones Penitenciarias le ha suspendido de empleo por entender que el veredicto cuestiona su capacidad para contribuir a la 'reeducaci¨®n' de los internos. Durante la suspensi¨®n cobrar¨¢ el 75% del sueldo.

La ejecuci¨®n de esta sentencia, que es firme al haber sido confirmada por la Audiencia, est¨¢ pendiente de la tramitaci¨®n del indulto solicitado por los reos. Adem¨¢s del funcionario penitenciario, tambi¨¦n han sido condenados por coacciones a la prostituci¨®n Mar¨ªa del Pilar P. A., due?a del hotel, Vidal S. M. y Jos¨¦ Luis R. C., quienes, como c¨®mplices, indujeron a la prostituci¨®n a estas mujeres, de nacionalidad rusa.

La retenci¨®n y las amenazas que sufrieron estas inmigrantes llegaron a los juzgados despu¨¦s de que dos de ellas relatasen las coacciones que sufr¨ªan por parte de los acusados y c¨®mo llegaron ilegalmente y sin pasaporte a Espa?a. El juzgado que instruy¨® el caso, el n¨²mero 8 de Madrid, les dio la consideraci¨®n de testigos protegidas. 'Las acusadas', cuenta la juez en su sentencia, 'no dispon¨ªan de dinero en efectivo y no pod¨ªan abandonar el local solas ni llamar por tel¨¦fono; y si por alg¨²n motivo ten¨ªan que salir, siempre iban acompa?adas por alguno de los acusados, que en alguna ocasi¨®n incluso llegaron a amenazarlas con venderlas a un club en el que se inflig¨ªan malos tratos a las chicas'. En el juicio, celebrado el pasado diciembre, y oculta tras un biombo, una de las mujeres prostituidas coment¨® que el aislamiento del exterior era tan f¨¦rreo que incluso las ventanas de sus habitaciones ten¨ªan rejas.

Seg¨²n la sentencia, fue el funcionario de prisiones quien capt¨® a las chicas y las llev¨® al hotel para trabajar. Luis Fernando no era el due?o del local, pero s¨ª lo visitaba con mucha frecuencia. En una ocasi¨®n comenz¨® a dar gritos al enterarse de que una de las inmigrantes hab¨ªa salido sola para ir a una farmacia, seg¨²n ha declarado una de las v¨ªctimas.

Cano y S¨¢nchez

La sentencia decreta la clausura durante tres a?os del citado hotel, situado en el barrio de Campamento (Latina). La due?a del local, Pilar P. A., denunci¨® el pasado marzo al ex consejero socialista y a la saz¨®n vicepresidente de Telemadrid Virgilio Cano y al edil socialista Fernando S¨¢nchez por un presunto cohecho. Pilar P. A. denunci¨® que hab¨ªa dado seis millones de pesetas a ambos para que ¨¦stos gestionasen ante el Ayuntamiento el papeleo preciso para poner en funcionamiento su hotel. La denuncia contra ambos pol¨ªticos fue presentada cuatro semanas antes de que el Consistorio precintase el local en abril argumentando que carec¨ªa de la licencia de funcionamiento.

Cuando el Ayuntamiento precint¨® el hotel, la sentencia que ahora ha ordenado su cierre y ha condenado a cuatro personas hab¨ªa sido recurrida a la Audiencia y no era a¨²n firme. El presidente de la Junta de Latina, Antonio Moreno, declar¨® entonces que el establecimiento hab¨ªa sido precintado porque 'ten¨ªa una licencia provisional de hotel, pero no de prost¨ªbulo'. 'Muchos vecinos me han dicho que ese negocio no era precisamente de hotel', se?al¨® Moreno.

Tras la denuncia de la due?a del local, el PSOE suspendi¨® cautelarmente de militancia a Cano y a S¨¢nchez, que negaron su implicaci¨®n en los hechos.