Montajes de Calder¨®n y Lope abren el Festival de Teatro de Almagro, que espera 60.000 espectadores
Cerca de 30 espect¨¢culos se presentar¨¢n en la localidad castellana durante todo el mes de julio
Una obra cumbre de Calder¨®n de la Barca, El alcalde de Zalamea, y una pieza poco conocida de Lope de Vega, La fuerza lastimosa, abrieron anoche la 24? edici¨®n del Festival de Teatro Cl¨¢sico de Almagro. Durante todo julio, esta localidad castellano-manchega, famosa por su corral de comedias del siglo XVI, acoger¨¢ unos 30 montajes, varios de ellos estrenos, en cinco escenarios diferentes. Entretanto, la actriz N¨²ria Espert regres¨® ayer al Festival de Teatro de M¨¦rida con una interpretaci¨®n de la obra cl¨¢sica Medea. Ambos festivales se convierten en los puntos de referencia del verano teatral espa?ol.
Dos directores j¨®venes como Sergi Belbel y Eduardo Vasco se encuentran al frente de estas versiones de Calder¨®n de la Barca (Madrid, 1600-1681) y Lope de Vega (Madrid, 1562-1635), respectivamente, en una prueba de la renovaci¨®n del teatro cl¨¢sico, seg¨²n los organizadores de Almagro, que esperan en esta edici¨®n a unos 60.000 espectadores, procedentes especialmente de Castilla y de Madrid.
Aparte de los cl¨¢sicos espa?oles del Siglo de Oro, piezas de Shakespeare (El mercader de Venecia y Las alegres comadres de Windsor), Moli¨¨re (Don Juan y El fest¨ªn de piedra) o Goldoni (Arlequino, servidor de dos patrones) desfilar¨¢n hasta el 29 de julio por el festival, que se convierte en la indiscutible capital del teatro espa?ol.
Con apenas 8.000 habitantes, pero con una gran riqueza arquitect¨®nica ligada en buena medida al teatro, Almagro cuenta con un presupuesto de 160 millones de pesetas para organizar esta muestra, que proceden del Ministerio de Educaci¨®n y Cultura, la Junta de Castilla-La Mancha, la Diputaci¨®n de Ciudad Real y el Ayuntamiento. Las representaciones no se limitan a cinco escenarios convencionales, sino que inundan las calles con ambientaciones de la ¨¦poca medieval, espect¨¢culos para ni?os, exposiciones y debates. La presente edici¨®n incluye la presencia de dos compa?¨ªas italianas y una latinoamericana, como destac¨® ayer Luciano Garc¨ªa Lorenzo, director del festival.
Avalada por los aplausos en varias ciudades espa?olas desde su estreno a finales del pasado a?o, El alcalde de Zalamea afronta su prueba de fuego en Almagro. 'Aqu¨ª vienen los que conocen de verdad a los cl¨¢sicos', manifest¨® ayer Jordi Dauder, uno de los actores principales, 'y por eso se trata de un nuevo estreno'. Carmen del Valle, que encarna a la hija del alcalde, destac¨® que Belbel hab¨ªa dirigido una versi¨®n muy personal, pero al mismo tiempo muy fiel al texto de una de las obras del teatro cl¨¢sico espa?ol m¨¢s representadas en el mundo. Una historia centrada en el conflicto entre el poder militar y el civil, unos personajes que ya son universales, como Pedro Crespo -el alcalde de arraigados principios ¨¦ticos, generoso y cerril, orgulloso y sabio, un aut¨¦ntico h¨¦roe popular del teatro espa?ol-, y una lengua castellana bell¨ªsima en sus di¨¢logos son, para la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico (CNTC), las claves del ¨¦xito.
Coproducida por la CNTC y por el Teatre Nacional de Catalunya, El alcalde de Zalamea parece que est¨¢ escrita anteayer, en palabras del actor Roberto Quintana, que interpreta al protagonista. Satisfechos con la respuesta del p¨²blico despu¨¦s de m¨¢s de un centenar de representaciones por toda Espa?a, los actores se?alaron: 'El montaje tiene un gran dinamismo y los espectadores entran en la trama con mucha facilidad, casi sin darse cuenta'.
Al igual que Sergi Belbel, el responsable de La fuerza lastimosa, Eduardo Vasco, es otro de los m¨¢s destacados directores de las nuevas generaciones. Obra poco conocida de Lope de Vega, Noviembre Compa?¨ªa de Teatro puso anoche en escena este 'canto a lo ef¨ªmero de la felicidad y de la vida, una comedia novelesca de aromas bizantinos', a juicio de Vasco. 'Hemos mantenido las convenciones en lo que se refiere a la maquinaria esc¨¦nica porque me parece que es la forma de tratar a los cl¨¢sicos. Se trata de una obra donde los actores se dejan la piel para transmitir las emociones a borbotones, un esfuerzo que espero que puedan disfrutar los espectadores'.
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