Acad¨¦micos correspondientes

Se dijo, en su momento, que con la creaci¨®n de la Acad¨¨mia Valenciana de la Llengua (AVL) se iba a acabar el 'conflicto ling¨¹¨ªstico'. Lo que no imaginaron, por lo visto, es que al llamado conflicto ling¨¹¨ªstico le iba a sustituir el conflicto acad¨¦mico. La puesta en marcha de la AVL ha provocado dos conflictos nuevos: uno entre los secesionistas de la Real Academia de Cultura Valenciana (RACV) y otro entre los unitaristas del Institut Interuniversitari de Filologia Valenciana (IIFV). Adem¨¢s de un tercero entre los propios acad¨¦micos de la nueva instituci¨®n sobre si deben cobrar como subsecretarios (y el presidente como consejero) o simplemente percibir una remuneraci¨®n mediante dietas e indemnizaciones. Es decir, como si el director de la Real Academia Espa?ola de la Lengua estuviese equiparado a un ministro y los acad¨¦micos a los secretarios de estado. Falta saber la equiparaci¨®n que van a tener los 'acad¨¦micos correspondientes' de la AVL, ?o no se ha contemplado esta figura del acad¨¦mico correspondiente que toda academia que se precie tiene incorporado? ?Hombre!, si as¨ª fuese y la AVL tiene previsto incorporar a su equipo esta condici¨®n del correspondiente, y hay algunas pesetillas a cobrar, sea en forma de dietas u otra modalidad administrativa, me postulo, desde ya, como acad¨¦mico correspondiente de la AVL por si tienen a bien considerar mi oferta. No olviden que he sido el primero en ofrecerme.

Bromas aparte, vuelvo al principio de este escrito y al conflicto creado en el seno de la RACV. El que Xavier Casp haya pasado de la RACV a la AVL ha producido una gran convulsi¨®n en la primera que se ha visto obligada a nombrar nuevo decano. Para el cargo que ocupaba el poeta autor de Jo sense tu ha sido elegido el empresario Juan Ladr¨®. En declaraciones a la prensa, Lladr¨® ha dicho: 'Me gustar¨ªa estar empollado de todo lo que es la cultura valenciana y me dan envidia los que saben. Casi todo lo que s¨¦ lo he escuchado de los acad¨¦micos. Mucho de Casp. No tengo facilidad tampoco para leer'. He escrito en m¨¢s de una ocasi¨®n elogiando al empresariado valenciano. Los Lladr¨® son, dentro del sector, un ejemplar paradigm¨¢tico. Pero con todo el respeto que me merece, no me imagino a Juan Lladr¨® presidiendo la RACV en sustituci¨®n de Casp. Lo siento. Pienso que cosas como ¨¦sta demuestran que todav¨ªa seguimos siendo una sociedad agrarista. Fuster est¨¢ m¨¢s vigente de lo que algunos imaginan.

No estoy ni a favor ni en contra de la AVL. All¨¢ se las compongan. Siempre he mantenido que no hac¨ªa ninguna falta, que el que quiera escribir -y ense?ar- ya sabe como hacerlo: como lo hemos venido haciendo desde los primeros a?os de la postguerra quienes aceptamos la puesta al d¨ªa de las Normes de Castell¨®, consagrando la definitiva unidad de la lengua literaria que es lo que ped¨ªa Teodoro Llorente. Y como garante y referencia de autoridad obligada, la Universidad. Lo que ahora uno no se imagina es que en el seno de la nueva AVL, Casp se ponga a discutir con Ferrando, Hauf o Alemany, por ejemplo, sobre la unidad de la lengua. Entre otras cosas porque Casp, siquiera por edad, lleg¨® a esa conclusi¨®n de la unidad ling¨¹¨ªstica mucho antes que los se?ores citados. A no ser que trate de convencerles (y lo consiga) de que el valenciano y el catal¨¢n son lenguas distintas porque nosotros pronunciamos pare y los catalanes para. En fin...

fburguera@inves.es