Academias
Los valencianos hemos pasado en no mucho tiempo, de ser autodidactas y almog¨¢raves en los temas que se refer¨ªan a nuestra lengua -la estricta de los valencianos- a disponer nada menos que de dos academias. Una proviene de la prehistoria: la Real Academia de Cultura Valenciana, que en sus primeros a?os de existencia ha impartido normas ortogr¨¢ficas. La otra, reci¨¦n estrenada, es la Acad¨¨mia Valenciana de la Llengua, cuya composici¨®n la han acordado los pol¨ªticos con representaci¨®n mayoritaria en las Cortes Valencianas. Nada que objetar desde el punto de vista democr¨¢tico, pero desde el filol¨®gico puede que la f¨®rmula no sea la mejor para resolver el problema.
Los pol¨ªticos y sus mentores tienen especial habilidad para liar la madeja en estas materias de sutileza ling¨¹¨ªstica. Quienes hemos seguido el tema a lo largo de las ¨²ltimas d¨¦cadas sabemos que la lengua, de la que nos servimos para hablar y escribir, no es s¨®lo un veh¨ªculo cultural sino una aut¨¦ntica caja de resonancia, con m¨²ltiples resortes que pueden dispararse como mecanismos de poder.
Tampoco debemos perder de vista la pirueta de quien fuera, hasta hace unos d¨ªas, decano e inspirador de la academia de la cultura y que ahora ha fichado como acad¨¦mico de la lengua. Xavier Casp, poeta em¨¦rito y conocedor en profundidad de los laberintos por los que ha discurrido el devenir de la lengua valenciana, ha pensado a sus 85 a?os que su presencia es m¨¢s necesaria en la lengua que en la cultura, porque es en aquella academia donde, a partir de ahora, se van a cocer las habas.
Los valencianos estamos de enhorabuena, y lo afirmo porque finalmente vamos a saber c¨®mo hemos de hablar y escribir, sin necesidad de formular especulaciones para decir qui¨¦nes somos sin tener que violentar a alguien. Y en este cambio de sillones y escarapelas, el sitio que deja vacante Casp ahora lo va a ocupar el empresario Juan Lladr¨®, en la Academia de Cultura Valenciana. Como, seg¨²n la t¨¦sis de alg¨²n experto en recursos humanos, quien tiene dotes de gesti¨®n y direcci¨®n puede regir cualquier empresa, Juan Lladr¨®, experto en finanzas y cer¨¢mica, triunfar¨¢ en el magma cultural valenciano. Es cuesti¨®n de tiempo, pero ahora cabe reparar en que por primera vez en mucho tiempo, un empresario de campanillas ha dicho s¨ª y se ha comprometido con las coordenadas culturales de la Comunidad Valenciana.
Es posible que por fin los empresarios hayan ca¨ªdo en la cuenta de que la situaci¨®n en que estaban la cultura y la lengua era inconcebible. Adem¨¢s a los valencianos nos ha costado mucho -en dinero y en tiempo- toda esta mascarada de la batalla de Valencia, en la que ha salido perdiendo la sociedad valenciana, por la inoperancia de m¨¢s de un pol¨ªtico, apoyados por c¨®mplices oportunistas.
Es importante que se eval¨²en los da?os sufridos durante este periodo, qui¨¦nes fueron los responsables del descalabro y c¨®mo se deber¨ªa recomponer la situaci¨®n. Los valencianos podemos ser sumisos en determinadas cuestiones, pero desde luego no somos tontos y por tanto todas estas acrobacias personales, adem¨¢s de ser m¨¢s o menos acertadas, que no les quepa la menor duda a sus inspiradores que, desde luego, acaban pag¨¢ndose despu¨¦s de pasar factura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.