Moda, pasiones y pachul¨ª

Por lo visto en los cap¨ªtulos emitidos hasta ahora no parece que vaya a deparar sorpresas el culebr¨®n diario con el que Tele 5 pretende hacerse un hueco en la franja de la tarde, despu¨¦s de fracasar con Mar¨ªa Teresa Campos en el ¨²ltimo intento de hacerle la competencia a Antena 3. En esta ocasi¨®n ha preferido imitar las armas de TVE-1, que hace ya mucho que basa su programaci¨®n de sobremesa en las telenovelas, y se ha lanzado al ruedo con Esencia de poder.

Aunque la produce Zeppelin y el reparto es espa?ol, el argumento tiene los componentes necesarios del canon suramericano: dos familias adineradas, la una (los Galv¨¢n) due?a de un emporio de moda, y la otra (los Rivera) propietaria de una empresa dedicada a la fabricaci¨®n de perfumes de lujo, que ver¨¢n desmoronarse sus planes de fusi¨®n porque el matrimonio entre los v¨¢stagos respectivos, que iba a certificarla, fracasa ante la aparici¨®n de un tercero en discordia, un gal¨¢n de humilde cuna que se adue?ar¨¢ del coraz¨®n de la heredera.

Desde el principio parecen claras cu¨¢les han sido las pretensiones de sus creadores: explotar el exitoso g¨¦nero del culebr¨®n, pero rejuveneci¨¦ndolo un poco. Mantener las reglas, sin las cuales se desvirtuar¨ªa (venganzas inusitadas, ambiciones ins¨®litas, pasiones rotas y dinero y sufrimiento a manos llenas), pero d¨¢ndole un barniz acorde con el gusto actual. De ah¨ª que los personajes ronden mayoritariamente la treintena y que los negocios a los que se dedican se aproximen m¨¢s a cierto ideal colectivo de hoy en el que profesiones antes envidiadas, como la abogac¨ªa o la medicina, han sido sustituidas por una legi¨®n de nuevos oficios supuestamente glamurosos, entre los cuales el de famoso sin ocupaci¨®n conocida cuenta quiz¨¢ con un lugar preferente. Queda por ver si en ¨¦sa, que es su principal apuesta, no radica tambi¨¦n el que podr¨ªa ser su m¨¢s grave error.

De momento hay que decir que sonrojan un poco las tribulaciones de los Galv¨¢n y los Rivera para fusionar sus respectivas empresas, pues, quer¨¢moslo o no, en Espa?a no deben de abundar las ciudades con familias que sean propietarias de emporios como los suyos. Lo de la moda cuela, pero lo de los perfumes de lujo es demasiado. Aun cuando el g¨¦nero no necesite del principio de verosimilitud, ?no hubiese sido menos arriesgado haber buscado una fuente de riqueza algo m¨¢s convencionalmente hisp¨¢nica, una bodega o una f¨¢brica de conservas, por ejemplo?

No es que sea mucho, pero por lo menos nos habr¨ªamos ahorrado im¨¢genes tan hilarantes como la del jardincillo en el que un perfumero rival de los Galv¨¢n se ve¨ªa obligado a buscar inspiraci¨®n para sus esencias en uno de los primeros cap¨ªtulos.

[Esencia de poder est¨¢ logrando cuotas de pantalla superiores al 15% y una audiencia media de unos 1,5 millones de espectadores].