Igualdad, libertad
Liberal, libertario, republicano, de un centro m¨®vil: lo que ofrece Zapatero a los asombrados socialistas son atributos de una izquierda imaginaria. Con ardores filos¨®ficos, como la disputa entre igualdad y libertad, que vienen de lejos y son fragmentarismos, enfermedades infantiles, 'gauchismes'. La izquierda tiende a la igualdad y la libertad, y la derecha tiende a la desigualdad y al orden fijo. Si se llama izquierda al comunismo, no consigui¨® en la pr¨¢ctica rusa igualdad ni libertad: quiz¨¢ m¨¢s igualdad por abajo, como en China, en Cuba. Por arriba no es posible: la cuesti¨®n de riqueza y pobreza es la de un acaparamiento de bienes por un sector menor de la poblaci¨®n.
O¨ªdo el s¨¢bado en CNN + (Videoperiodistas): en Andaluc¨ªa el 2% de los propietarios posee el 50% de las tierras. Una nivelaci¨®n por arriba es imposible: s¨®lo hay lo que hay. La igualdad imaginaria es la de opciones, derechos, justicia, trato, trabajo, vivienda... No, estoy mintiendo: no es posible imaginarla. Pero se trata de un objetivo de la izquierda, no tan incompatible con la libertad. El rico considera que todo lo que recorte sus beneficios va contra su libertad de ser rico. Uso palabras antiguas: evang¨¦licas, como rico o pobre. La hipnosis que este nuevo r¨¦gimen produce sobre el espa?ol le hace creer que es rico: lo es en relaci¨®n a su pasado, a sus padres y abuelos, a los pensionistas y a los inmigrantes, o a los oriundos como los gitanos. Esta variada clase media que puede decidir elecciones tiene m¨¢s miedo a repartir su bienestar con la masa pobre y silenciada que inter¨¦s por recibir algo de la riqueza de otros; incluso cree que puede alcanzarla.
Todos los d¨ªas millares de aspirantes se deslizan cuca?a abajo, bolsa abajo; o engrosan las listas de morosos. Pero creen que han llegado a Jauja y tienen una virtud para la pol¨ªtica: creen que ellos han fracasado, no la sociedad. Se lo repite su c¨®nyuge, sus amigos, sus compa?eros afortunados, su banquero y su abogado. Y as¨ª Zapatero puede ser un buen l¨ªder; de un republicanismo con rey, de un centro que va hacia ¨¦l, de un liberalismo que est¨¢ usurpado, de un libertarismo que s¨®lo poseen media docena de anarquistas vivos. Un mal menor. El mayor, Aznar, su Gobierno. Diga el director de Abc, Zarzalejos, la calificaci¨®n que le merece el Gabinete, ayer: 'Despu¨¦s de los esfuerzos de convicci¨®n y persuasi¨®n que tan buenos resultados dieron, desde el poder se practica la altaner¨ªa ensoberbecida y antip¨¢tica. Mal diagn¨®stico'.
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