Los motores ocultos de la globalizaci¨®n
Un foro internacional busca respuestas ante el desconcierto planteado por el nuevo orden mundial
Miles de j¨®venes de todo el mundo reunidos bajo las mismas pancartas en Gotemburgo o grandes redes de comunicaci¨®n que pueden llegar a acumular todo el conocimiento del planeta, transferencias financieras incontrolables o una justicia global que empieza a funcionar. Todos estos hechos, tan diversos, tan importantes, forman parte de un mismo concepto: la globalizaci¨®n, un fen¨®meno crucial para comprender el siglo XXI, sobre el que se han escrito miles de p¨¢ginas, pero muchas de cuyas ramificaciones siguen inexploradas.
El objetivo del seminario Globalofobia y globalofilia. Pros y contras de la globalizaci¨®n, que comenz¨® ayer en El Escorial dentro los Curso de Verano de la Complutense, es precisamente trazar un estado de la cuesti¨®n en esta materia. 'Una pregunta clave es saber si en la antiglobalizaci¨®n est¨¢ la respuesta cr¨ªtica a la globalizaci¨®n', se?al¨® Andr¨¦s Ortega, editorialista de EL PA?S, en la presentaci¨®n del curso que dirige junto al polit¨®logo Fernando Vallesp¨ªn.
Nadie mejor que la catedr¨¢tica de Sociolog¨ªa de la Universidad de Chicago Saskia Sassen, autora de trabajos fundamentales como La globalizaci¨®n y sus ambivalencias, para aclarar muchas zonas de sombra. 'La globalizaci¨®n tiene una organizaci¨®n especial en los mercados de consumo, donde las empresas tienen inter¨¦s en captar el imaginario p¨²blico, pero no ocurre lo mismo en el mundo financiero. En 1993, China adopt¨® pautas internacionales para la contabilidad de sus empresas que operan en el extranjero, mucho antes que EE UU o Jap¨®n', se?al¨® Sassen. 'A la arquitectura del sistema global econ¨®mico no le importa nada que no se pueda insertar en los circuitos internacionales', agreg¨®.
Saskia Sassen tambi¨¦n analiz¨® uno de los principales mitos de la globalizaci¨®n: la presunta desaparici¨®n del Estado frente a estructuras mayores. 'La relaci¨®n entre este fen¨®meno y el Estado tiene muchas m¨¢s ambig¨¹edades que las que se ven a primera vista. Algunas partes de los Estados nacionales ganan en poder, como los ministerios de finanzas, mientras que otras pierden', manifest¨® la catedr¨¢tica, quien puso como ejemplo que muchos problemas entre empresas internacionales ya no se resuelven en los tribunales, sino a trav¨¦s de contratos privados. Pero, en el sentido contrario, tambi¨¦n destac¨® los avances en la justicia internacional que se han producido en los ¨²ltimos a?os en el campo de los derechos humanos.
Manifestaciones
Y, naturalmente, durante el debate surgi¨® el tema de las manifestaciones antiglobalizaci¨®n. 'Es un activismo que se manifiesta localmente, pero con extensi¨®n global. Son ciudadanos que sienten que pueden reclamar sus derechos en Estados que no son los suyos', dijo Sassen. El asunto de las manifestaciones que acompa?an, cada vez con mayor intensidad, a los grandes foros internacionales surgir¨¢ muchas veces durante este seminario, en el que est¨¢ prevista la participaci¨®n de John Gray, de la London School of Economics; del soci¨®logo franc¨¦s Alain Touraine; de Susan George, presidenta del Observatorio sobre Globalizaci¨®n de Par¨ªs; de Juan Luis Cebri¨¢n, consejero-delegado de PRISA, o de Miquel Nadal, secretario de Estado de Asuntos Exteriores.
'La violencia que surge en las manifestaciones antiglobalizaci¨®n es algo anecd¨®tico, que hay que evitar porque no forma parte de estos movimientos', se?al¨® por su parte Narcis Serra, ex vicepresidente del Gobierno socialista en su intervenci¨®n Globalizaci¨®n y terceras v¨ªas. 'Los movimientos sociales son un motor fundamental, y en este caso necesitan m¨¢s tiempo para estructurarse', agreg¨®.
El poder de la UE
La globalizaci¨®n es tal vez un fen¨®meno inexorable, pero no incontrolable. Tanto Saskia Sassen como Narc¨ªs Serra manifestaron que es algo que se est¨¢ formando y que puede ser aprovechado pol¨ªticamente. En este sentido, Narc¨ªs Serra destac¨® el papel que la Uni¨®n Europea, gobernada en su mayor¨ªa por Ejecutivos socialistas, puede llegar a tener en el mundo 'en la defensa de los derechos humanos'. 'Uno de los problemas de las terceras v¨ªas es que, hasta ahora, no han trabado una pol¨ªtica conjunta en respuesta a la globalizaci¨®n; ni siquiera hay consenso. Por ejemplo, es evidente que la UE no se puede defender a s¨ª misma de una agresi¨®n exterior; necesitar¨ªa a Estados Unidos. Pero puede tener una capacidad propia para hacer misiones de paz en coordinaci¨®n con la ONU', se?al¨® Serra, quien insisti¨® en la necesidad de que Europa marque cada vez m¨¢s sus propios objetivos en pol¨ªtica internacional. Esta pol¨ªtica deber¨ªa reforzar el papel de los organismos internacionales, de los mecanismos de control de los capitales. 'Europa se tiene que convertir en un motor mundial para regular la globalizaci¨®n', se?al¨® el ex vicepresidente espa?ol, quien asegur¨® que el primer ministro franc¨¦s, Lionel Jospin, hab¨ªa lanzado ideas similares en un reciente discurso en R¨ªo de Janeiro. 'La globalizaci¨®n es algo que hay que aprender a construir y gobernar', agreg¨®. Saskia Sassen dijo en el mismo sentido que hay numerosos grupos de derechos humanos o de feminismo que 'ya est¨¢n inmersos en un proyecto ideol¨®gico global'.
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