Tierras p¨²blicas
Cuando, a principios de la ¨¦poca del Gobierno socialista de Felipe Gonz¨¢lez, se expropiaron las fincas de Rumasa, hubo jornaleros y jornaleras que, ilusionados, pensaron que por fin podr¨ªan tener un trozo de tierra donde vivir dignamente. Que se crear¨ªan cooperativas de trabajadores en unas tierras que el Gobierno les pod¨ªa ceder.
Termin¨® la ¨¦poca del Gobierno socialista y durante m¨¢s de una d¨¦cada las fincas de Ruiz Mateos estuvieron abandonadas. Ahora, el Gobierno de Aznar las ha puesto en venta para que los terratenientes las puedan comprar y as¨ª hacer m¨¢s ricos a los que ya son poderosos.
Ni los unos ni los otros han pensado en los jornaleros y jornaleras de los pueblos, esos que tienen que emigrar a las distintas campa?as del Estado y a otros pa¨ªses. Esos que son nuestros inmigrantes con pateras de ruedas. Esos que fueron condenados desde que nacieron a ocupar el ¨²ltimo pelda?o de la escalera. Esos que se preguntan por qu¨¦ ning¨²n gobierno se acuerda de ellos.
Desde el SOC llevamos 20 a?os reclamando esas tierras para el pueblo y lo vamos a seguir haciendo. Porque es nuestra forma de ver las cosas. Porque si alguien tiene derecho a vivir de esas fincas son los miles de jornaleros y jornaleras que durante siglos se dejaron sus ri?ones pegados a cada terr¨®n, porque fueron ellos los que hicieron florecer el campo y, por supuesto, no el se?orito a caballo.
El grito de ?la tierra para quien la trabaja! no puede caer en el olvido. Ahora m¨¢s que nunca la raz¨®n es nuestra: empecemos con las tierras p¨²blicas. Hoy en d¨ªa, hasta la Iglesia est¨¢ pidiendo la reforma agraria en los pa¨ªses pobres para acabar con el hambre en el mundo. Es que no existe otra salida.
En fin, para acabar, me gustar¨ªa decir, aunque lleno de verg¨¹enza, que s¨®lo el franquismo reparti¨® tierras entre los trabajadores y trabajadoras andaluces.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.