Globos

Algo peculiar de la sociedad posmoderna es su capacidad para generar extranjeros. En las sociedades tradicionales, dominadas por la mentalidad agr¨ªcola, el forastero es un intruso al que debe ponerse toda suerte de trabas para impedir que se instale en la aldea. El forastero, por mucho que beneficie a los lugare?os y a?os que lleve residiendo en el pueblo, es un enemigo potencial y siempre ser¨¢ el de fuera, aunque los de dentro se maten a hachazos por un pino.

En cambio, las sociedades modernas acogieron muy bien a los extranjeros. La Gran Breta?a debe casi toda su riqueza filos¨®fica, art¨ªstica y cient¨ªfica a extranjeros, y lo mismo ha de decirse de los EE UU, construidos ¨ªntegramente por extranjeros. El caso contrario fue, claro, la Alemania de Hitler.

Pero las sociedades posmodernas han puesto en marcha un novedoso mecanismo generador de extranjeros 'de dentro'. Ahora que todos somos extranjeros para la empresa global, la cual carece de naci¨®n, se produce una enorme oferta de extranjer¨ªa nacional. En el nivel inferior est¨¢ el extranjero de siempre (moro, negro, isl¨¢mico, etc¨¦tera). Viene luego el extranjero reciente (espa?ol en Euskadi o Catalu?a, serbio en Croacia, franc¨®fono en flamandia, alban¨¦s en Macedonia, etc¨¦tera). Y, por fin, extranjeros de alta especializaci¨®n, producidos por su propia sociedad (homosexual, enfermo minoritario, 'mujer', y todas las minor¨ªas que genera el agravio).

As¨ª que, por un lado, no hay defensa posible contra la rapacidad de las corporaciones globales, las cuales conspiran para debilitar a los Estados y hacernos a todos extranjeros. Y, por otro, nos disgregamos en una infinidad de subgrupos, todos extranjeros entre s¨ª, d¨¢ndose codazos en un lugar dominado por el feudalismo local. Los agravios de la peque?a diferencia impiden asumir que todos somos lo mismo, s¨²bditos de un poder ap¨¢trida y sin control.

Por eso, los antiglobales, de momento, s¨®lo pueden vencer en la tele. Ser¨¢n eficaces, es decir, peligrosos para el poder real, el d¨ªa en que no se presenten como cien tribus, o sea, como cien productos medi¨¢ticos, complementarios del mercado global.