La polic¨ªa registra la casa del congresista Condit

Mientras estudiaba los objetos incautados en la casa de Condit, la polic¨ªa insisti¨® ayer en su deseo de que el congresista se someta tambi¨¦n voluntariamente a dos operaciones: un interrogatorio con el detector de mentiras colocado en su cuerpo y un an¨¢lisis de ADN. No obstante, Condit a¨²n no era considerado sospechoso de la desaparici¨®n y probable muerte de la joven becaria Levy. 'En este caso no hay ning¨²n sospechoso, porque, a falta de cad¨¢ver, ni tan siquiera hay delito', dijo Ramsey.

La desaparici¨®n en Washington, hace 10 semanas, de Levy, una californiana de 24 a?os que acababa de terminar unas pr¨¢cticas en la Oficina Federal de Prisiones, es el culebr¨®n informativo de un verano estadounidense poco f¨¦rtil en noticias. Como en el caso O. J. Simpson y en el caso Lewinsky, los medios norteamericanos debaten en su seno y ante el p¨²blico sobre posibles excesos de cobertura, pero un d¨ªa tras otro consagran sus principales titulares al misterioso destino de Levy y sus relaciones con el congresista californiano. Lo m¨¢s inquietante es que el comportamiento de Condit, de 53 a?os, casado y con dos hijos, alimenta todo tipo de rumores.

Tras negar en los dos primeros interrogatorios policiales que sus relaciones con la becaria hubieran ido m¨¢s all¨¢ de lo amistoso, Condit confes¨® en el tercero que, en el momento de la desaparici¨®n y en los meses anteriores, esas relaciones hab¨ªan alcanzado un nivel sentimental y sexual. Los padres de Levy, que desde el primer momento informaron que su hija sosten¨ªa un romance con el pol¨ªtico, acusan a ¨¦ste de haber da?ado las investigaciones policiales con su actitud.