Viejos ¨¦xitos

En la historia de la Andaluc¨ªa auton¨®mica, es improbable que lo haya tenido nunca m¨¢s f¨¢cil la oposici¨®n conservadora. Tiene enfrente a un Gobierno desgastado y sin fuelle que trata de evitar su desmorono con trucos de ilusionista pero, a¨²n as¨ª, al PP le resulta dif¨ªcil conseguir aparecer como una alternativa cre¨ªble.

En ning¨²n momento el PP andaluz ha tenido la tentaci¨®n de imitar el tipo de oposici¨®n que el PSOE viene haciendo ¨²ltimamente en Madrid, una oposici¨®n con iniciativas que pretende convencer a la ciudadan¨ªa de que se encuentra preparada para acceder al poder.

Cualquier comparaci¨®n es odiosa, pero ¨¦sta lo es m¨¢s a¨²n. Dif¨ªcilmente Te¨®fila Mart¨ªnez y Antonio Sanz puedan dar m¨¢s de s¨ª. En el ¨²ltimo debate parlamentario, Manuel Chaves reconoci¨® que tiene uno de sus principales apoyos en los bancos de la oposici¨®n. A Chaves, al parecer, la debilidad de los planteamientos del PP le hac¨ªa gracia, pero la falta de una alternativa pol¨ªtica es, m¨¢s bien, una desdicha para todos.

Ante un PSOE-A inmovilizado por la desidia, la falta de imaginaci¨®n y el miedo a dar cualquier paso por temor a los desgarros internos, Te¨®fila Mart¨ªnez y Antonio Sanz se limitan a repetir los viejos ¨¦xitos de la temporada 1993-1995: esa retah¨ªla bronca y faltona que produjo el milagro de aupar al poder a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.

Es dif¨ªcil triunfar exclusivamente con el repertorio de viejos ¨¦xitos: eso da para orquestinas de boda, pero dif¨ªcilmente puede desatar grandes entusiasmos. A estas alturas, destapar un supuesto esc¨¢ndalo de 1985 o tratar de convertir la venta de Prensa Sur en un asunto de corrupci¨®n, cuando incluso el autor de la denuncia ha asegurado que no lo es, son ganas de dar volteretas.

Pero no es s¨®lo que las acusaciones del PP sean d¨¦biles. Es que, incluso aunque resultaran veros¨ªmiles, ser¨ªa raro que provocasen sobre el PSOE los mismos efectos que los esc¨¢ndalos de verdad que se dieron en el pasado. En estos a?os ha quedado claro que el PP no es un ejemplo de virtudes y que sus ¨ªnfulas regeneracionistas no eran m¨¢s que un disfraz electoral.

Por este camino, el PP tiene poco que hacer. Pero si se empe?ara en tomarlo, podr¨ªa encontrarle las cosquillas al PSOE justamente donde menos lo ha intentado. Los informes del Banco de Espa?a han se?alado graves irregularidades en las cajas sevillanas que presiden dos conspicuos militantes socialistas. Si en esas cajas existen hechos que provocasen la atenci¨®n de los tribunales penales resultar¨ªa muy dif¨ªcil esconderlos.

Ah¨ª estaba el flanco m¨¢s vulnerable del PSOE. Pero, en cambio, por misteriosas razones, los conservadores andaluces han apadrinado a Beneroso & Benjumea, inmunizando a los socialistas de posibles esc¨¢ndalos futuros y asumi¨¦ndolos ellos mismos. Ocurra lo que ocurra en los pr¨®ximos meses, Beneroso & Benjumea ya no ser¨¢n un problema del PSOE que los nombr¨®, sino del PP que tan enigm¨¢tica como generosamente los ha prohijado.

Pero da igual. De poco sirven ya los viejos ¨¦xitos. No hay esc¨¢ndalo que pueda disimular la inanidad del d¨²o Mart¨ªnez & Sanz.