Trillo muestra por primera vez en blanco y negro retratos de personajes callejeros
La exposici¨®n re¨²ne 40 fotograf¨ªas en el Photomuseum de Zarautz
La exposici¨®n, que permanecer¨¢ abierta al p¨²blico hasta el pr¨®ximo d¨ªa 29, toma prestado su t¨ªtulo de un cuento juvenil basado en personajes callejeros. Porque Recuento es precisamente eso, un inventario de retratos de j¨®venes que el artista ha realizado a lo largo de los a?os fuera de las salas de fiestas y conciertos. La novedad estriba en que por primera vez el fot¨®grafo muestra una retrospectiva exclusivamente de fotograf¨ªas en blanco y negro. 'Expongo pocas veces porque s e sufre al mirar atr¨¢s; hay algo triste en hurgar en el pasado y adem¨¢s me da la sensaci¨®n de que buscar en el archivo es perder el presente. Por lo menos, quer¨ªa no repetirme'.
Trillo, como se refleja en la exposici¨®n, siempre ha sentido predilecci¨®n por la fotograf¨ªa est¨¢tica. Sus personajes posan para ¨¦l porque, dice: 'Necesito hablar con ellos y contar una historia con una sola imagen'. Por ejemplo, la del donostiarra Pablo Gazme en unos urinarios, tras una actuaci¨®n (1978), u Otero, del grupo Strawbullets, que sostiene un monopat¨ªn en la mano junto a su local de ensayo en J¨¦rez de la Frontera (1996). Son fotograf¨ªas sobrias, carentes de cualquier gesto propio de la juventud. Ni risas, ni otros gui?os de cuadrillas. Todas estas se?as marcan la diferencia de su fotograf¨ªa con la de otros artistas modernos. 'No me consideran reportero gr¨¢fico porque mis fotograf¨ªas son est¨¢ticas, porque no cuentan una historia. Tampoco encajo en los artistas de galer¨ªa porque mis obras no son de gran formato', se?ala.
Tambi¨¦n llama la atenci¨®n su preferencia por los personajes an¨®nimos. Trillo, que ha tenido la oportunidad de captar con su c¨¢mara rostros conocidos, nunca lo ha hecho. 'Siempre he tenido aversi¨®n a los famosos', asegura. Por eso retrat¨® a una chica sentada en el suelo por los pasillos del pabell¨®n donde actu¨® Bar¨®n Rojo en Madrid (1992), pero no realiz¨® im¨¢genes del grupo; o a una pareja a la salida de un concierto de Loquillo (1990), sin intentar en cambio retratar al artista. Este ejercicio lo ha hecho a lo largo de m¨¢s de dos d¨¦cadas y, como se refleja en Recuento, es como si el tiempo no hubiera pasado. 'Como si los j¨®venes lucharan contra el tiempo y quisieran reencarnarse en los de otra generaci¨®n, o bien porque les gusta la m¨²sica de los 60 o de los 70'.
A lo largo de su extensa trayectoria, Trillo ha ido m¨¢s all¨¢ de los par¨¢metros de la fotograf¨ªa; se ha autoeditado fanzines, libros de artista, tiras de postales tur¨ªsticas o sellos, objetos que sirven de par¨¢frasis de sus instant¨¢neas y se exhiben ahora como bot¨®n de muestra en una vitrina del Photomuseum. Y ha cosechado importantes reconocimientos. El a?o pasado por ejemplo el Museo Reina Sof¨ªa expuso sus obras en el proyecto Espa?a ayer y hoy, junto a fot¨®grafos como Cristina Garc¨ªa Rodero, Alberto Garc¨ªa Alix, Koldo Chamorro, Xurxo Lobato y Humberto Rivas.
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