Un 'euskaldun' que no se dej¨® doblegar por las amenazas
M¨²gica tuvo que soportar numerosas amenazas e insultos. Hasta los chicos a los que conduc¨ªa a clase llegaron a llamarle 'fascista' por ser de UPN
Vecinos, familiares y compa?eros de corporaci¨®n de Jos¨¦ Javier M¨²gica le recordaban ayer como un 'excelente profesional y padre de familia' y como un 'gran trabajador por el pueblo'. El edil de UPN asesinado ayer por ETA, que era vascoparlante, hab¨ªa realizado, acompa?ado de uno de sus hijos, los reportajes fotogr¨¢ficos de bodas y comuniones de innumerables vecinos de Leitza y su comarca. Adem¨¢s de regentar un peque?o negocio familiar de fotograf¨ªa, su faceta de conductor de la empresa de transportes Mariezkurrena hac¨ªa de ¨¦l una persona muy conocida entre estudiantes y trabajadores de la zona, a quienes transportaba a sus centros de estudio y de trabajo. 'Era un ser fenomenal, como padre y como compa?ero', asegura Mar¨ªa Flora Michelena, la mujer que en 1999 result¨® tambi¨¦n elegida concejal de UPN en Leitza, y luego dimiti¨®.
M¨²gica cantaba en la coral San Miguel de Leitza. Era un hombre discreto, de costumbres hogare?as y dedicado por entero a su trabajo municipal y profesional, y a su familia.
Cuando en agosto de 2000 los violentos le quemaron la furgoneta de su propiedad, reaccion¨® con una serenidad extraordinaria. 'No siento rabia ni odio. Me amenazan con dianas, me insultan. Ahora nos dejan sin poder ir de vacaciones. Y todo esto, ?por qu¨¦?', se preguntaba M¨²gica. Y a?ad¨ªa: 'Voy a seguir trabajando por Leitza, por los vecinos, y defendiendo mis ideas sin hacer mal a nadie'. El concejal asegur¨® entonces que el miedo en su casa hab¨ªa desaparecido. 'Yo trabajo por el bien de todos los leitzatarras. Mi mujer y mis hijos me apoyan y estas cosas nos dan m¨¢s fuerza para seguir'.
Evidentemente, su valent¨ªa personal y su generosidad pol¨ªtica no eran compartidas por algunos de sus vecinos, que le vigilaban estrechamente para acabar con su vida. Alumnos a los que transportaba le hab¨ªan insultado en alguna ocasi¨®n por ser de UPN, la formaci¨®n asociada en Navarra al PP.
M¨²gica lleg¨® a Leitza el viernes por la noche, tras pasar unos d¨ªas de vacaciones en el balneario de aguas termales de Fitero, localidad situada al sur de Navarra. Los chivatos actuaron con rapidez. A las pocas horas estaba destrozado por una bomba lapa.
'?Preocupados? Llevamos preocupados 20 a?os. Toda la vida haciendo el calvario, poni¨¦ndonos de rodillas y mirando debajo del coche...', se lamentaba ayer, emocionado, Silvestre Zubitur, quien fue concejal independiente durante las dos pasadas legislaturas, en una localidad gobernada por EH.
El edil asesinado adoptaba medidas b¨¢sicas de autoprotecci¨®n. Inspeccionaba los bajos de su veh¨ªculo, seg¨²n los vecinos, y la Guardia Civil realizaba permanentes tareas de contravigilancia para protegerle.
En Navarra, UPN dispone de varios cientos de cargos p¨²blicos y, salvo los ediles de Pamplona y algunos alcaldes y concejales que han sido v¨ªctimas de atentados o de actos de terrorismo callejero, la mayor¨ªa no cuenta con protecci¨®n policial. Adem¨¢s, UPN no podr¨ªa garantiz¨¢rsela con un escaso presupuesto anual que apenas asciende a 230 millones de pesetas.
Aunque ETA asesina siempre que tiene oportunidad, en el caso de M¨²gica parecen concurrir otras circunstancias que han podido pesar a la hora de que ETA lo eligiera como v¨ªctima. Por un lado, la facilidad de atentar en una localidad donde hay un fuerte apoyo vecinal a la violencia, y por otro, el hecho de ser una de las voces del regionalismo de UPN en un terreno geogr¨¢fico y pol¨ªtico que el independentismo considera como propio, el norte de Navarra.
Con 4.000 militantes y 58 comit¨¦s locales, UPN, primera fuerza pol¨ªtica de la Comunidad foral, celebr¨® hace apenas un mes la constituci¨®n de su primer comit¨¦ local en Leitza, con 30 afiliados y dos concejales. Al igual que en otras ¨¢reas de fuerte implantaci¨®n del nacionalismo radical de Batasuna, como el valle de Sakana -el corredor que va de Alsasua a Irurtzun-, los simpatizantes de UPN reciben fuertes presiones para impedir su estructuraci¨®n pol¨ªtica. Tradicionalmente han concurrido a los comicios municipales bajo siglas independientes, pero en algunos puntos, como el valle de Bazt¨¢n o Leitza, UPN ha contado con euskaldunes dispuestos a defender p¨²blicamente las siglas de un partido antinacionalista desde su fundaci¨®n.
La tensi¨®n ha estado siempre presente en Leitza entre ambos bloques y a veces se ha hecho visible. Hace algunos a?os, el ahora presidente del comit¨¦ local de UPN, el ex concejal Silvestre Zubitur, efectu¨® dos disparos de escopeta al aire desde un balc¨®n durante unos disturbios ocurridos en las fiestas vecinales, cuando un grupo de j¨®venes escal¨® los muros de una vivienda particular para retirar una bandera espa?ola que la propietaria hab¨ªa colocado.
En los ¨²ltimos comicios municipales, 410 de los 3.000 vecinos de Leitza votaron a UPN. Gan¨® EH, pero a los violentos les sigui¨® incomodando que UPN tuviera representaci¨®n y presencia p¨²blica organizada en su feudo, y las amenazas se intensificaron. 'M¨²gica era un euskaldun [vascoparlante] y un hombre de bien de los pies a la cabeza', afirm¨® ayer el diputado nacional de UPN Jaime Ignacio del Burgo. 'La prueba de que era una gran persona, sensata y responsable, queda para la eternidad, y la dan su esposa e hijos, que le adoraban', afirm¨® su amigo, vecino y correligionario Silvestre Zubitur.
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