La cr¨®nica de una amistad
Patxi Zubizarreta es un joven escritor vasco que se ha dado a conocer en el mundo de la literatura infantil y juvenil gracias a una especial concepci¨®n de aqu¨¦lla que combina una mirada compasiva sobre los personajes, un lenguaje que no desde?a la poes¨ªa y la creaci¨®n de mundos que son capaces de recrear verdaderos sentimientos personales.
La aparici¨®n de El chico que fue hombre en castellano puede representar un firme camino para conocer a un autor que trabaja en euskara, pero que es traducido con asiduidad, y de quien se dice que es un valor seguro en la literatura juvenil. Este libro gan¨® el Premio Euskadi de Literatura Infantil y Juvenil en 1997.
Las narraciones hist¨®ricas tienden a un cierto didactismo, tratan de leer en la historia alg¨²n tipo de ense?anza que pueda ejercerse en la actualidad. Este libro pretende algo menos sublime y, por lo tanto, m¨¢s cercano: trata de contar la historia de dos amigos, bandoleros, de dos almas solitarias, el jefe de una partida de malhechores. El chico que fue hombre, y Macaco, su amigo deforme y autor de la amplia relaci¨®n en la que se cuentan las diversas historias de los personajes. Quiz¨¢s el texto deba algo a la novela de Bernardo Atxaga El hombre que se llamaba Sara, pero Zubizarreta ha sabido construir una cr¨®nica donde lo principal no es la historia exterior, las aventuras y los avatares, sino la historia interior de dos personajes que se complementan: el duro y el d¨¦bil, el hombre que no sabe expresarse y el que sabe escribir. Dos concepciones sobre la vida que se unen.
La cr¨®nica interior es m¨¢s importante en el libro que la exterior, y por ello, el didactismo se ausenta, porque no es la historia de unos perdedores lo que servir¨¢ de ense?anza, sino los hilos invisibles que mueven a los personajes en ese profundo conocimiento de s¨ª mismos.
Es posible que sobre una historia com¨²n, que se lee con agrado, el estilo de Zubizarreta se eleve sobre la imaginaci¨®n del lector. El autor sabe crear ambientes pero, sobre todo, sabe enriquecer la historia por medio de detalles que pasan desapercibidos, por historias que vienen al hilo, por la apelaci¨®n a cuentos populares, por la utilizaci¨®n de registros distintos y, a veces, por hacer metaliteratura, por crear una amplia relaci¨®n de elementos que dan relieve a la figura del narrador de la historia y a la cr¨®nica de su amistad con El chico que fue hombre.
Patxi Zubizarreta: El chico que fue hombre. Anaya Espacio Abierto. 2000. 97 p¨¢ginas. 995 pesetas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.