"Aznar me ha entendido y me apoya"

Aunque no le consult¨® su dr¨¢stica decisi¨®n de retirar del mercado el aceite de orujo, la ministra de Sanidad Celia Villalobos asegura contar con el apoyo de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. No tiene reservas a la hora de asumir que el presidente del Gobierno puede destituirla si no est¨¢ de acuerdo con su gesti¨®n.

Pregunta. Primero las vacas locas, luego aquel sondeo suyo tan peligroso del copago de los medicamentos por los pensionistas, ahora el aceite de orujo... Quiz¨¢ sea injusto, pero da la impresi¨®n de que usted le genera m¨¢s problemas que soluciones al presidente Aznar...

Respuesta. ?Es injusta esa apreciaci¨®n! Pero creo que lo importante es tener claras las cosas. El problema de las vacas locas no lo provoqu¨¦ yo, sino determinados ganaderos. Ellos le dieron de comer a las vacas un producto que genera una enfermedad grave, puede pasar al ser humano a trav¨¦s de la cadena alimentaria y tener consecuencias mortales. Yo tuve que intervenir para que ese producto no pasara a la cadena alimentaria. De todo lo dem¨¢s yo no me siento responsable, al margen de mi forma costumbrista de hablar. Con el problema del aceite vuelve a reproducirse el mismo problema. Porque se trata de los alimentos y de la salud de los ciudadanos, cada d¨ªa m¨¢s exigentes.

Los productores de alimentos deber¨ªan convencerse, de una vez por todas, de que ¨¦ste es un camino que no tiene vuelta atr¨¢s. Esta ministra de Sanidad no es la que crea los problemas, sino la que los enfrenta y los denuncia. En mi posicionamiento ante el problema de las vacas locas, la Uni¨®n Europea me ha dado la raz¨®n. El juez que entendi¨® de la demanda de los agricultores me ha dado la raz¨®n. Los cient¨ªficos me han dado la raz¨®n. La realidad me ha dado la raz¨®n. Lo que pasa es que cuando se arma mucho ruido, a lo mejor a las palabras m¨¢s sensatas no se le presta suficiente atenci¨®n.

P. Usted debe de ser de los pocos ministros que se atreven a tomar decisiones importantes sin consultarlas al presidente ?no?

R. Si el presidente Aznar me ha puesto de ministra de Sanidad es porque entender¨¢ que tengo la capacidad para desarrollar ese trabajo. ?l sabe, mejor que nadie, que forman parte de mis responsabilidades de ese cargo. Tom¨¦ la determinaci¨®n de inmovilizar esas partidas de aceite de orujo como uno de los 140 casos que entran en la red de alerta alimentaria al a?o. Y yo, que tengo la misi¨®n de velar por la salud de los ciudadanos, comprendo que frente a los 40 millones de consumidores haya un grupo reducido que no les haya gustado, pero las cosas son as¨ª. Yo tomo muchas decisiones que tampoco las consulto. ?Si los ministros tuvieran que consultarle todo al presidente no har¨ªamos otra cosa!

P. Me hubiera gustado ver c¨®mo la recibi¨® el presidente a su llegada de M¨¦xico. No s¨¦ si se sinti¨® muy apoyada con todo el sector del aceite en pie de guerra...

R. Creo que es un error esperar que porque yo sea una mujer el presidente me tenga que echar una manita por el hombro y decirme: 'Pobrecita, qu¨¦ mal te tratan'. Eso es paternalismo, y yo nunca espero eso del presidente del Gobierno. Espero poder explicarle las cosas y que ¨¦l las entienda.

P. ?Cree que las ha entendido?

R. Si no, me hubiera cesado. Estoy convencida. Adem¨¢s ¨¦l sabe cu¨¢l es mi obligaci¨®n, porque me lo ha dicho claramente la primera vez que pidi¨® que fuera ministra: proteger la salud de los ciudadanos, y eso es lo que he hecho.

P. El presidente le habr¨¢ pedido que solucione los problemas de la sanidad, no que le cree otros.

R. Yo no soy consciente de haber creado ning¨²n problema al presidente del Gobierno. Quien ha creado el problema del aceite son los que han fabricado el aceite de orujo mediante un sistema de producci¨®n que perjudica a la salud humana. Son esos productores de aceite los que crean los problemas y los que se tienen que acostumbrar a que la Administracion est¨¦ ah¨ª para controlar lo que hacen todos los productores que intervienen en la cadena alimentaria.

P. Pero usted primero tira la piedra y luego esconde la mano: inmoviliza el aceite y luego desaparece de la escena una semana.

R. ?S¨®lo fueron tres d¨ªas de silencio! No quer¨ªa que se produjera una alarma, porque se trataba tan s¨®lo de retirar unos aceites que ten¨ªan un problema. No, no quer¨ªa darle a la decisi¨®n una dimensi¨®n de esc¨¢ndalo ni de alarma. Por eso compareci¨® la directora general de Salud P¨²blica. Entend¨ª que la ministra tiene una dimensi¨®n pol¨ªtica que la directora general no tiene. ?so fue todo. Para m¨ª est¨¢ claro que la alarma no la crea Sanidad, la crean otros. ?Por qu¨¦ se sienten acosados? ?quieren ocultar algo? No lo s¨¦. Son los productores de aceite de orujo los que empiezan a difundir cuestiones que yo creo que ni ellos mismos son conscientes de hasta d¨®nde pueden llegar. Mire usted, yo no s¨¦ qu¨¦ caus¨® m¨¢s alarma social cuando la crisis de las vacas locas, si ver aquellas palas excavadoras sacando vacas o la ministra de Sanidad aconsejando que no se consumieran huesos. ?Recuerda? Yo no he creado la alarma social. Lo que he hecho es atajar un problema que al propio sector del aceite se le ha ido de las manos, y al que no queremos causar ning¨²n da?o, pero siempre con la idea de que la salud de 40 millones de espa?oles es lo primero.

P. Oyendo sus explicaciones, cuando estalla la alarma daba la sensaci¨®n de que se hab¨ªa tirado a la piscina sin agua.

R. Mire, tengo 52 a?os, y llevo muchos en la pol¨ªtica. He construido mi carrera a base de muchos esfuerzos. Nunca me he tirado a la piscina sin agua. El Ministerio de Sanidad en el momento en que entra un informe cient¨ªficamente probado, como es el de Agricultura, donde se muestra de forma escandalosa la presencia de estos hidrocarburos en el aceite de orujo, no le queda m¨¢s remedio que prohibir de forma inmediata su consumo, inmovilizarlo. Cualquier ministro tendr¨ªa que haber hecho lo que yo hice. Y no me siento ni salvadora de la patria ni imprescindible. Pero tengo claro que si yo miro para otro lado, y su peri¨®dico se entera ?cu¨¢l cree usted que hubiera sido el titular de EL PA?S? Pues ¨¦ste: 'Negligencia de la ministra de Sanidad'. Y yo hubiera tenido que dimitir en el acto, y explicar mi actuaci¨®n ante un tribunal de justicia.

P. Lo que est¨¢ claro es que usted arruin¨® una estrategia que el ministro de Agricultura hab¨ªa puesto en marcha para que los productores de aceite de orujo lo retiraran discretamente.

R. A m¨ª no me consta ese acuerdo. Yo lo que s¨ª s¨¦ es que los productores vinieron a proponerme que les diera 20 d¨ªas, y yo les dije que en materia de salud p¨²blica eso era impresentable, innegociable, absolutamente innegociable, y que lo sent¨ªa mucho. Eso es lo que ha sucedido en mi presencia, y de eso respondo yo. Comprendo que est¨¦n irritados conmigo porque les he hecho una faena, pero no me quedaba otro remedio. El objetivo no es evitar la alarma, sino las situaciones de riesgo. Pero yo no s¨¦ que haya habido ning¨²n pacto de silencio entre Agricultura y los productores, porque el informe que me lleva a m¨ª a inmovilizar el aceite es precisamente de Agricultura.

P. Digamos que Sanidad y Agricultura tienen prioridades distintas...

R. Absolutamente. ?sa ser¨ªa la definici¨®n m¨¢s exacta.

P. Y ahora la legionela. Todos la se?alan como la responsable de la ausencia de una normativa que nunca llega a entrar en vigor.

R. La elaboraci¨®n de estas normas corresponde a las autonom¨ªas, y si yo hubiera intervenido por mi cuenta me habr¨ªan llevado al Tribunal Constitucional y habr¨ªan ganado. Hace s¨®lo unos meses que me pidieron una normativa que fuera igual para todos y que Sanidad coordinara su funcionamiento, que ha sido muy complicado. Le aseguro que yo no he podido hacer otra cosa ni actuar mas r¨¢pidamente. Es muy f¨¢cil acusar sin fundamento.

P. Sin fundamento o con el que usted aparece como la viva imagen del conflicto permanente. No s¨¦ hasta qu¨¦ punto le aflige esto, si en alg¨²n momento ha tenido la tentaci¨®n de tirar la toalla.

R. ?Hombre!, a nadie le gusta que lo destrocen en un medio de comunicaci¨®n, ni o¨ªr o leer determinadas cosas ?tan injustas! (aunque algunas puedan ser justas ?eh? Que yo tambi¨¦n reconozco mis errores). Pero en l¨ªneas generales, creo que he actuado correctamente. Quiz¨¢ haya tenido alg¨²n problema de comunicaci¨®n y, en lo sucesivo, lo voy a evitar tratando de que mis mensajes sean m¨¢s tranquilizadores. Pero ser¨¢n sobre todo claros, muy claros. Aunque s¨¦ que, haga lo que haga, siempre me acompa?ar¨¢ la cr¨ªtica.

P. ?Podr¨ªa esperar de su presidente un apoyo tan decidido como el que le ha prestado a su ministro de Exteriores, el se?or Piqu¨¦?

R. Yo no s¨¦ hasta d¨®nde se habr¨¢ sentido apoyado el se?or Piqu¨¦. S¨¦ hasta d¨®nde me he sentido apoyada yo... Pero cuando el se?or Aznar considere que no estoy cumpliendo los objetivos que el ten¨ªa pensados, simplemente tiene que destituirme. A m¨ª no me gusta remar contra el viento, porque es agotador, pero tampoco soy de los que tiran f¨¢cilmente la toalla.