Mosc¨² afirma que Washington hace peligrar el equilibrio nuclear

Como cab¨ªa esperar, la satisfacci¨®n de George W. Bush por el ¨¦xito de la prueba de defensa espacial efectuada la madrugada de ayer tuvo pocas horas despu¨¦s el agrio contrapunto ruso. Alexandr Yakovenko, portavoz del Ministerio de Exteriores, se preguntaba: '?Por qu¨¦ hay que poner en peligro la entera arquitectura de acuerdos de desarme nuclear y no proliferaci¨®n, incluyendo su piedra angular, el tratado ABM antimisiles bal¨ªsticos?'.

Rusia, a?ad¨ªa el diplom¨¢tico, acepta discutir cualquier problema en el marco de este pacto entre enemigos, firmado en 1972 por Richard Nixon y Leonid Breznev y al que el Kremlin considera piedra angular del mecanismo, basado en el temor a la destrucci¨®n mutua, que mal que bien ha conseguido que el mundo sea m¨¢s seguro.

Los planes norteamericanos de acelerar sus planes de defensa antimisiles y el unilateralismo de Washington han sentado como un tiro en Mosc¨². Y tambi¨¦n en Pek¨ªn. El rechazo a la miniguerra de las galaxias de Bush ser¨¢ un tema clave, si no el que m¨¢s, de la visita que ayer inici¨® a Rusia el presidente chino, Jiang Zemin. ?ste, euf¨®rico por la elecci¨®n de Pek¨ªn como sede de los Juegos Ol¨ªmpicos de 2008, firmar¨¢ con Vlad¨ªmir Putin un tratado de amistad, cooperaci¨®n y buena vecindad sin precedentes desde el suscrito por Stalin y Mao Zedong en 1949. A diferencia de aqu¨¦l, no tendr¨¢ cl¨¢usulas secretas ni car¨¢cter de alianza militar, pese a lo cual suscita fuertes recelos en Washington.

El pa¨ªs m¨¢s grande del planeta y el m¨¢s poblado est¨¢n unidos por el rechazo frontal del hegemonismo norteamericano y la defensa de un mundo multipolar en que los dos viejos colosos comunistas tengan un lugar al sol. Hasta ah¨ª llega su declarada 'asociaci¨®n estrat¨¦gica'.

Preocupaci¨®n de Pek¨ªn

Pek¨ªn tiene m¨¢s motivos de preocupaci¨®n que Mosc¨² sobre el escudo norteamericano, ya que su modesta fuerza nuclear podr¨ªa quedar neutralizada por ese dispositivo, incapaz a medio plazo de ser eficaz frente a las miles de cabezas at¨®micas rusas. Jiang expres¨® ayer su esperanza de que EE UU act¨²e con prudencia y abra un 'di¨¢logo serio' con otros pa¨ªses.

La posici¨®n entre los dos pa¨ªses dista de ser coincidente, ya que China ve con preocupaci¨®n cualquier tipo de nueva defensa antimisiles, aunque no rompa el ABM, porque piensa que eliminar¨ªa su capacidad disuasoria y podr¨ªa ser utilizada por Taiwan, la 'provincia rebelde' cuya soberan¨ªa reivindica. Rusia, en cambio, replica a los planes norteamericanos con la contrapropuesta de un escudo limitado para Europa y parte de Asia que tendr¨ªa cabida en el tratado.