El veneno que viaja en las pateras
La mezcla del carburante del motor de las lanchas con el agua del mar mata a los inmigrantes que cruzan el Estrecho
Un componente del combustible, llamado tetractilo de plomo, es el causante de la muerte de muchos inmigrantes que cruzan el Estrecho en patera. Cuando la gasolina del motor entra en contacto con el agua salada depositada en el fondo de la embarcaci¨®n, se produce una reacci¨®n qu¨ªmica que facilita la absorci¨®n por la piel de esta sustancia corrosiva. Por eso, decenas de inmigrantes han tenido que ser atendidos de graves quemaduras a su llegada a Espa?a. Los que se desvanecen y caen en el fondo de la lancha mueren con los pulmones abrasados al aspirar el veneno. ?sta es la hip¨®tesis de varios m¨¦dicos que atienden a los inmigrantes que llegan al Campo de Gibraltar.
Dos cad¨¢veres hallados el domingo por la Guardia Civil en el fondo de una z¨®diac varada en Tarifa son las ¨²ltimas v¨ªctimas de este agente qu¨ªmico. Al principio, los doctores ten¨ªan muchas dudas sobre las causas de esta serie de muertes. Todav¨ªa no se puede decir que hablen con absoluta certeza, pero s¨ª que trabajan con una hip¨®tesis seria.
Las primeras noticias acerca de la peligrosidad de esta sustancia datan de la II Guerra Mundial. Las refiner¨ªas est¨¢n sujetas a un protocolo de actuaci¨®n de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, en el que se establece que cuando un operario entra en contacto con esta sustancia su ropa debe ser quemada. Y los marineros cuentan que han visto a muchos submarinistas lanzar chorros de gasolina contra las rocas para hacer salir a los pulpos, y cuando vuelven a la superficie tienen quemaduras en la cara o en las manos.
Las pateras que cruzan el Estrecho miden entre siete y nueve metros de eslora, su suelo es de madera y navegan impulsadas por un motor de entre 40 y 60 caballos. A bordo viajan 50 o 60 personas, que han de hacer sitio a varias garrafas de carburante. Los inmigrantes van sentados en el suelo.
Es inevitable que el agua del mar supere la borda y se acumule en el fondo de la embarcaci¨®n. Tambi¨¦n es inevitable que al rellenar el dep¨®sito del motor con el combustible de las garrafas una parte de ¨¦ste se derrame en el fondo y se mezcle con el agua estancada. Comienza entonces la reacci¨®n qu¨ªmica.
El tetractilo de plomo no quema como una llama. Su acci¨®n es lenta. El individuo tarda en percatarse de lo que le est¨¢ ocurriendo. 'Sus ropas y su piel van absorbi¨¦ndolo poco a poco', dice un m¨¦dico de Cruz Roja. 'Las quemaduras, generalmente de segundo grado, tardan un tiempo en manifestarse'. Y afectan a las zonas en contacto con agua: las piernas, los gl¨²teos y los test¨ªculos.
?C¨®mo se explica la aparici¨®n de cad¨¢veres? Las conjeturas de los doctores apuntan a que algunos inmigrantes se desvanecen al inhalar los gases producidos por la combusti¨®n del motor y caen entre sus compa?eros que, como van apelotonados, no se percatan de lo que ocurre. En el suelo de la patera inhalan el tetractilo mezclado con el agua salada. 'La inhalaci¨®n de esta sustancia corrosiva desencadena en todo el ¨¢rbol respiratorio una exudaci¨®n inflamatoria de l¨ªquido. Se trata de una reacci¨®n defensiva que puede provocar la muerte', explica un neum¨®logo del hospital Punta Europa, de Algeciras.
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