Los dem¨®cratas piden una investigaci¨®n sobre las elecciones en Florida

La mayor parte de las papeletas enviadas por correo a Florida correspond¨ªan a personal militar destinado en el extranjero, cuya inclinaci¨®n electoral es habitualmente conservadora. A los pol¨ªticos dem¨®cratas les parece escandaloso que un congresista republicano, Steve Buyer, enviara una petici¨®n urgente al Pent¨¢gono para conseguir los datos personales y la informaci¨®n de contacto de los soldados estadounidenses en el extranjero; el partido de Bush traslad¨® esa informaci¨®n a sus compromisarios en Florida para que completaran votos por correo que no se hab¨ªan rellenado correctamente.

Adem¨¢s, la investigaci¨®n del Times neoyorquino ha confirmado que cientos de papeletas fueron enviadas a Florida despu¨¦s de las elecciones; los votos se aceptaron como v¨¢lidos, a pesar de que pod¨ªan responder a una movilizaci¨®n in extremis de los republicanos para tratar de aumentar la m¨ªnima distancia que separaba a Bush del candidato dem¨®crata. Los dem¨®cratas quieren iniciar la investigaci¨®n en el comportamiento de Buyer y determinar si fue ilegal usar recursos gubernamentales para lograr una lista de posibles votantes y entreg¨¢rsela al equipo de campa?a de Bush.

Buyer ha reconocido que se sirvi¨® de su puesto de presidente del subcomit¨¦ de Servicios Armados de la C¨¢mara de Representantes para conseguir los datos de militares en el extranjero. No s¨®lo no se arrepiente de haberlo hecho, sino que ha explicado que actu¨® movido por el enfado que le produc¨ªa ver c¨®mo el equipo del candidato dem¨®crata, Al Gore, trat¨® de convencer a las mesas electorales de que los votos por correo sin matasellos ten¨ªan que ser rechazados, tal y como establece la ley.

El presidente del Comit¨¦ Nacional Dem¨®crata, Terry McAuliffe, asegur¨®: la noticia 'confirma nuestros peores temores sobre la campa?a del equipo de Bush para manipular el voto en Florida' y, a su juicio, 'demuestra que Bush estaba decidido a ganar de cualquier manera, aunque eso conllevara violar el esp¨ªritu y quiz¨¢ la letra de la ley'.

El congresista Richard Gephardt, l¨ªder de la minor¨ªa dem¨®crata, se mostr¨® convencido de que es 'deshonesto por parte del Pent¨¢gono facilitar a un partido pol¨ªtico las direcciones privadas de correo electr¨®nico de los soldados'.

En todo caso, Gephardt est¨¢ de acuerdo con la interpretaci¨®n del diario neoyorquino al reconocer que no tiene la impresi¨®n de que hubiera fraude. 'Pero hay que hacer algunas preguntas. Hubo maniobras cuestionables para sumar votos', dijo. Otros miembros de su partido fueron m¨¢s beligerantes, especialmente el congresista Peter Deutsch, de Florida: 'Es asombroso. Da miedo. Y tambi¨¦n es ilegal y constituye una merma en la confianza que depositamos en Bush'.

Millones de votos perdidos

Reformas tan sencillas como reemplazar las obsoletas m¨¢quinas que se utilizan para votar o disponer de las listas de votantes registrados en las mesas electorales podr¨ªan evitar crisis como la que se produjo el a?o pasado tras las elecciones, informa Reuters. Seg¨²n un informe, conocido ayer, del Instituto de Recnolog¨ªa de Massachusetts, en los ¨²ltimos comicios se perdieron entre cuatro y seis millones de sufragios por problemas con las papeletas, los equipos y los registros de votantes. Con una inversi¨®n anual de cuatro d¨®lares (800 pesetas) por votante, el informe asegura que se podr¨ªa modernizar el sistema electoral estadounidense.