Los principales pa¨ªses europeos presionar¨¢n a Bush para que apoye el acuerdo de Kioto

Pese a que esta Segunda Parte de la VI Conferencia de las Partes de la Convenci¨®n Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Clim¨¢tico (continuaci¨®n de la fracasada el a?o pasado en la Haya) iba a inaugurarse oficialmente el pr¨®ximo jueves y las reuniones de ayer iban a ser informales, la comisi¨®n permanente de la conferencia decidi¨® a ¨²ltima hora del domingo dar car¨¢cter oficial a las negociaciones desde el mismo lunes. A las 10 de la ma?ana, el ministro holand¨¦s Jan Pronk, presidente de la conferencia, abri¨® la primera sesi¨®n plenaria y sin m¨¢s pre¨¢mbulo ni discurso form¨® cuatro grupos de trabajo dedicados a los cuatro puntos candentes de la negociaci¨®n: contabilizaci¨®n de la vegetaci¨®n como sumidero de di¨®xido de carbono; medios financieros y ayuda tecnol¨®gica a los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo; r¨¦gimen de cumplimiento del Protocolo de Kioto y mecanismos de flexibilidad del mismo.

Puerta cerrada La cumbre est¨¢ rodeada en esta ocasi¨®n de fuertes medidas de seguridad, con gran presencia policial alrededor del lugar y un control estricto de las acreditaciones. Los delegados de los grupos de negociaci¨®n comenzaron ayer las reuniones a puerta cerrada, con el objetivo de avanzar en los pr¨®ximos d¨ªas para que el jueves, cuando comience el tramo ministerial de la conferencia, pueda alcanzarse alg¨²n compromiso, aunque sea limitado. El pesimismo era general entre los participantes. Cualquier esperanza de lograr un acuerdo global que encarrile definitivamente la ratificaci¨®n del protocolo parece perdida y el m¨¢ximo empe?o se orienta a aprobar cuestiones parciales que permitan decir que el proceso no est¨¢ muerto.

La delegaci¨®n japonesa, tras el anuncio hecho el domingo de que no aclarar¨¢ su postura respecto al Protocolo de Kioto hasta la pr¨®xima conferencia de las partes, que se celebrar¨¢ en octubre en Marraquech, era ayer el objetivo de todas las miradas, intereses y presiones. Los representantes nipones, no obstante, asisten a todas las negociaciones, mientras sus instancias politicas m¨¢s elevadas se debaten entre mantener la fidelidad diplom¨¢tica a Estados Unidos y evitar enterrar un acuerdo internacional que se alcanz¨® en su capital hist¨®rica, Kioto, en 1997 y que lleva su nombre. Jap¨®n es responsable del 8,8% de las emisiones de dioxido de carbono de los pa¨ªses desarrollados, y el 5% del total mundial.

Mientras tanto, la delegaci¨®n estadounidense, menos numerosa y m¨¢s discreta que en las cumbres del clima anteriores, asiste a las negociaciones sobre aspectos de la convenci¨®n marco (en vigor), pero se mantiene al margen del protocolo (a la espera todav¨ªa de ratificaci¨®n) excepto para discutir puntos que considera puedan lesionar sus intereses, como la financiaci¨®n de la ayuda a los pa¨ªses en desarrollo sobre la que Washington no quiere que se siente un precedente. EEUU no ha presentado, ni lo har¨¢ durante la reuni¨®n, seg¨²n anunci¨® hace pocas semanas, un plan alternativo al acuerdo de Kioto, pero ha manifestado que no tiene intenci¨®n de bloquear las negociaciones de Bonn.

Insensibilidad Los ecologistas declararon ayer que la postura estadounidense es 'inaceptable e irresponsable' y aseguraron: 'Vamos a vigilar muy de cerca lo que hagan los americanos'. Dado que la Uni¨®n Europea mantiene una posici¨®n decidida a favor del Protocolo de Kioto, Blair, Chirac y Schr?der har¨¢n esfuerzos concertados para intentar, en la reunion del G8, que Bush ablande su postura respecto al problema del clima, inform¨® ayer The Washington Post, pero la noticia no sirvi¨® para levantar el ¨¢nimo de los participantes en la cumbre de Bonn consultados, conscientes de que EEUU suele ser insensible a las criticas exteriores.

En Bonn se espera que importantes claves de la cumbre del clima lleguen desde G¨¦nova, al menos indicaciones pol¨ªticas que luego puedan desarrollarse t¨¦cnicamente aqu¨ª la semana que viene. La perspectiva es que con EEUU se ha perdido una piedra fundamental del edificio tan dificultosamente levantado a lo largo de una d¨¦cada -desde que se aprob¨® el convenio marco en 1992- para fijar reducciones obligatorias de las emisiones de gases de efecto invernadero, y que toda la construcci¨®n se resiente.