Refundar la Universidad
En los inicios del siglo XXI, las universidades se encuentran sujetas a desaf¨ªos interdependientes de distinto alcance: la globalidad, la expansi¨®n incontrolada del saber, retos culturales, sociol¨®gicos y c¨ªvicos. Sabemos que los cambios en los sistemas de transmisi¨®n del conocimiento son important¨ªsimos. En definitiva, se produce un desequilibrio entre las exigencias que la sociedad plantea a la Universidad y su capacidad de respuesta.
Las universidades son centros de gesti¨®n del conocimiento, sus estructuras son fuertes pero anticuadas. Las universidades tienen que ser capaces de responder a diferentes demandas progresivamente complejas, y para ello tienen que cambiar. Un cambio basado en su capacidad de innovaci¨®n, en su apertura a la sociedad. La diversificaci¨®n y la especializaci¨®n son la clave para dar respuesta a las demandas complejas. Para hacerlo, las universidades necesitan autonom¨ªa, profundizar a¨²n m¨¢s la autonom¨ªa que supuso la Ley de Reforma Universitaria (LRU). Todos los analistas coinciden en que el retorno a condiciones de estabilidad es imposible. Por ello hay que avanzar en la configuraci¨®n de n¨²cleos de direcci¨®n s¨®lidos, unidades de conexi¨®n con el exterior, financiaci¨®n diversificada y cultura emprendedora.
El proyecto del PP es regresivo, involutivo en la doble perspectiva de la autonom¨ªa universitaria y de la profundizaci¨®n federal de Estado auton¨®mico
Las universidades deben asumir un talante emprendedor; en ello nos jugamos la creaci¨®n de valor p¨²blico desde el conocimiento porque, como afirma Josep Maria Bricall, si los gobiernos no reforman las universidades, lo har¨¢n los mercados. Con esta perspectiva debemos generar las reformas necesarias, reafirmando las condiciones de liderazgo del servicio p¨²blico de educaci¨®n superior: autonom¨ªa y responsabilidad, participaci¨®n, competencia, diversidad y flexibilidad.
En este contexto el proyecto del PP es regresivo, involutivo en la doble perspectiva de la autonom¨ªa universitaria y de la profundizaci¨®n federal del Estado auton¨®mico. Cuando las universidades deben refundarse, el proyecto opta por el uniformismo y la reglamentaci¨®n; es refractario a l¨®gicas de diversificaci¨®n y asimetr¨ªa; constituye, en fin, un nuevo ejemplo del impulso centralista del PP, y suscita serios interrogantes sobre el futuro de la Universidad p¨²blica.
Las nuevas demandas sociales y cient¨ªficas requieren una Universidad menos regulada. La ley org¨¢nica debe ser de m¨ªnimos, respetando la autonom¨ªa universitaria y las competencias de las comunidades aut¨®nomas y creando condiciones para un sistema de educaci¨®n superior que garantice la calidad, la equidad, la autonom¨ªa, la responsabilidad y la participaci¨®n.
Las reformas no pueden hacerse a coste cero y el balance de los a?os de gobierno del PP indica la disminuci¨®n del gasto p¨²blico en educaci¨®n superior, que profundiza el diferencial de recursos con los pa¨ªses de nuestro entorno, como ha destacado un informe reciente de la OCDE. Las universidades deben obtener m¨¢s recursos, abrirse al entorno y avanzar en lo que conocemos como accountability, rendici¨®n de cuentas mediante mecanismos de evaluaci¨®n de la calidad de la docencia y de la investigaci¨®n.
En el anteproyecto del PP se percibe, entre muchas otras, una ausencia preocupante, m¨¢s cuando desde Bolonia (1998) a Praga (2001) se va configurando el espacio europeo de la ciencia. Nuestras universidades deben insertarse en los objetivos compartidos y avanzar en la Europa del conocimiento para favorecer el crecimiento social y la formaci¨®n de ciudadanos, as¨ª como la competitividad, y crear un sistema educativo de calidad. Eso no es s¨®lo homologar titulaciones, sino avanzar de la ense?anza al aprendizaje, lo cual requiere un nuevo papel docente, nuevos objetivos, metodolog¨ªa y evaluaci¨®n. En este contexto, debe apostarse por una gran innovaci¨®n docente tambi¨¦n en atenci¨®n a las demandas de los usuarios.
Pienso con Edgar Morin que la Universidad debe afrontar una doble funci¨®n parad¨®jica: adaptarse a la modernidad cient¨ªfica e integrarla, responder a las necesidades fundamentales de formaci¨®n y sobre todo proporcionar una ense?anza metaprofesional, metat¨¦cnica, es decir, una cultura.
Montserrat Duch es diputada del Grupo Parlamentario Socialistes-CpC y secretaria de Educaci¨®n del PSC.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.