El TSJ dice que el da?o del palacio de congresos sobre el castillo del Benacantil puede ser irreversible
Cinco de los 15 jueces de la Sala emiten su voto particular a favor del edificio en el monte
El auto del TSJ que mantiene la suspensi¨®n cautelar de las obras en el Benacantil es la respuesta a los recursos de s¨²plica interpuestos por el Ayuntamiento de Alicante y la Generalitat contra la decisi¨®n -dictada el 22 de junio por el mismo tribunal- de paralizar la construcci¨®n del edificio. En sus recursos, tanto la Generalitat como el Ayuntamiento sostienen que la delimitaci¨®n del entorno del castillo -declarado Bien de Inter¨¦s Cultural (BIC)- va ligada a la realizaci¨®n de la obra y ¨¦sta a¨²n no se ha producido. Pero la Sala no comparte esa opini¨®n y afirma en su auto que la delimitaci¨®n del entorno de cualquier BIC es 'exigible' desde que el bien se declara monumento hist¨®rico, y desde luego en el plazo de un a?o desde que entr¨® en vigor la Ley de Patrimonio Cultural Valenciana el 11 de junio 1998.
Esta exigencia 'existe y debe ser cumplida y su cumplimiento es ya ineludible cuando, adem¨¢s, existen actuaciones que pueden suponer un peligro para el monumento y ese entorno sin determinar', dice el TSJ. M¨¢s adelante, el escrito es contundente: no procede levantar la suspensi¨®n 'ante la posible ejecuci¨®n de obras que da?en irreversiblemente [...] el Castillo de Santa B¨¢rbara'.
Sobre otro de los argumentos que la Generalitat plasma en su recurso para defender la edificaci¨®n en el Benacantil -la importancia que para la ciudad de Alicante tiene la construcci¨®n de un palacio de congresos-, la Sala indica que 'no desconoce' esa importancia pero, a su juicio, la suspensi¨®n de las obras s¨®lo supone 'un retraso', mientras la no suspensi¨®n acarrear¨ªa 'la existencia de un posible riesgo de un da?o dif¨ªcilmente valorable en este momento procesal'.
La Sala admite que no puede sustentar la paralizaci¨®n de las obras con el argumento de que hay posibilidad de construir el palacio en otro lugar, y reconoce que en el primer auto que paraliz¨® las obras no se expres¨® correctamente. Pero critica que la Generalitat se aferre a tal argumento para recriminarle que no corresponde al Poder Judicial determinar los motivos de oportunidad, esto es, de decidir d¨®nde debe realizarse la obra. 'Aquella frase, probablemente desafortunada en su literalidad', dice el auto, 'se enmarca en un contexto en el que la Sala est¨¢ comparando los dos intereses p¨²blicos que concurren en el procedimiento, es decir, el bien que ocasionar¨ªa el palacio a la ciudad o el da?o al patrimonio hist¨®rico-cultural que acarrear¨ªa la construcci¨®n en el entorno del castillo'. Lo que queda claro, seg¨²n el TSJ, es que 'es el Castillo de Santa B¨¢rbara el que no puede estar en otro sitio'.
A pesar de que la decisi¨®n judicial es tajante en cuanto a la prohibici¨®n de iniciar las obras, deja una puerta abierta a la edificaci¨®n. Cuando se apruebe el entorno de protecci¨®n del castillo, la Sala podr¨¢ revisar la suspensi¨®n de las obras y levantarla si considera que la protecci¨®n de la fortaleza queda garantizada pese a la edificaci¨®n del palacio en una de las laderas del monte.
Asimismo, la Sala rechaza la petici¨®n de la Generalitat y del Ayuntamiento de que los autores del recurso -PSPV y EU- que desencaden¨® la suspensi¨®n de las obras tengan que desembolsar un aval o garant¨ªa por los hipot¨¦ticos da?os que pudiera ocasionar la no construcci¨®n del palacio.
Cinco de los 15 magistrados de la Sala, incluido su presidente, Jos¨¦ D¨ªaz Delgado, no comparten la decisi¨®n de la mayor¨ªa. En un voto particular formulado por el magistrado Rafael Manzana, al que se adhieren el mentado D¨ªaz Delgado, Francisco Herv¨¢s, Jos¨¦ Bellmont y Miguel ?ngel Olarte, ¨¦stos entienden que la Sala debi¨® aceptar los recursos de la Generalitat y Ayuntamiento y levantar la suspensi¨®n. A juicio de los magistrados, los acuerdos del Consistorio y de la Administraci¨®n auton¨®mica est¨¢n suficientemente legitimados. Ir contra ellos supone 'vulnerar la presunci¨®n de legalidad que la Constituci¨®n atribuye a las Administraciones P¨²blicas'.Una resoluci¨®n de la direcci¨®n general de Patrimonio Art¨ªstico de 22 de abril de 1999 obliga a que la delimitaci¨®n del entorno protegido del Castillo de Santa B¨¢rbara abarque 'la totalidad' del Benacantil, monte que adem¨¢s de sustento natural de la fortaleza es considerado como ¨¢rea l¨®gica de afecci¨®n del monumento
Esta advertencia figura en el pliego de condiciones del contrato que el Ayuntamiento suscribi¨® con una arquitecta para realizar el plan especial de protecci¨®n del entorno de la fortaleza, plan con el que el PP espera subsanar las deficiencias de su proyecto de construir un palacio en el Benacantil.
D¨ªaz Alperi encarg¨® este plan tras lograr que el consejero Manuel Taranc¨®n paralizara un expediente de protecci¨®n del castillo que no permit¨ªa el palacio en el monte. Si la ley obliga a proteger todo el Benacantil, ?c¨®mo puede el PP legitimar la edificaci¨®n de un gran palacio que ocupa un 5% de la superficie total del Benacantil? Dif¨ªcil tarea, pero no imposible. El plan especial puede establecer distintos grados de protecci¨®n y dejar el solar donde se ha proyectado el edificio bajo una salvaguarda blanda que d¨¦ cobertura a la construcci¨®n. Pero aun en ese caso, ser¨¢ la Sala de lo Contencioso del TSJ la que estime si tal medida ser¨ªa suficiente para la adecuada protecci¨®n del monumento hist¨®rico.
Jos¨¦ Antonio Pina, portavoz socialista en Alicante y uno de los firmantes del recurso que ha desencadenado la paralazaci¨®n del palacio, cree que los populares emplear¨¢n '¨¦sta u otra argucia legal' para salvar su proyecto insignia.
La legislaci¨®n urban¨ªstica valenciana, por otro lado, indica que las construcciones emplazadas junto a edificios de car¨¢cter art¨ªstico, hist¨®rico, arqueol¨®gico, t¨ªpico o tradicional han de armonizar con ellos, aun cuando en su entorno s¨®lo haya uno con esas caracter¨ªsticas. Y a?ade que 'no se permitir¨¢' que la situaci¨®n o las dimensiones de los edificios rompan la armon¨ªa del paisaje rural o urbano tradicional o desfiguren su visi¨®n. Pese a que la legislaci¨®n es abundante en esta materia, D¨ªaz Alperi dijo ayer a Efe que el palacio 'no afecta a la fortaleza ni al monte, por lo que no deber¨ªa haber inconvenientes una vez realizado el plan de delimitaci¨®n del entorno protegido'.
Para el diputado del PSPV Antonio Moreno, el auto del TSJ 'ha puesto a cada uno en su lugar'. El secretario de los socialistas alicantinos, ?ngel Franco, felicit¨® a los 'miles de ciudadanos' que se han opuesto a la ocupaci¨®n del monte.
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