El 'socialismo c¨ªvico'
A lo largo de este fin de semana se est¨¢ celebrando la Conferencia Pol¨ªtica del PSOE. Como es sabido, uno de los objetivos principales de la misma es debatir las l¨ªneas b¨¢sicas de lo que debe ser su nuevo discurso ideol¨®gico. Aunque m¨¢s propiamente habr¨ªa que hablar de la actualizaci¨®n o el reajuste de la herencia socialdemocr¨¢tica a las condiciones de esta sociedad en continua transformaci¨®n.La subsistencia de la izquierda depende, en efecto, de su capacidad para comprometerse con una serie de valores y seguir dot¨¢ndolos de contenido por mucho que no parezcan encajar con las tendencias dominantes. A este respecto, la reacci¨®n de las diferentes 'terceras v¨ªas' ha consistido en un repliegue hacia salidas pragm¨¢ticas y en una cierta 'entronizaci¨®n de lo posible'. La propia respuesta del socialismo espa?ol no le hace ascos a este coqueteo con la realidad y con los valores de la gesti¨®n y la eficacia. Pero insistiendo a la vez en su mera instrumentalidad para la realizaci¨®n de lo que han de ser los aut¨¦nticos objetivos: mayores cotas de justicia y libertad. Esto queda claro si observamos las principales ideas fuerza que se contienen en el Documento Marco que es objeto del debate. A mi juicio, ser¨ªan las siguientes:
1. Rehabilitaci¨®n de la pol¨ªtica y la democracia. Se trata de reivindicar la fuerza e importancia de la pol¨ªtica democr¨¢tica frente a su suplantaci¨®n por el mercado o por identidades fuertes y excluyentes que oscurecen el libre ejercicio de la discusi¨®n p¨²blica. La pol¨ªtica no ser¨ªa un mero subsistema m¨¢s de la sociedad, sino la sede de las aut¨¦nticas decisiones colectivas. La tesis es que las instituciones democr¨¢ticas no gozan de un dispositivo autom¨¢tico que garantiza su renovaci¨®n continua; deben ser alimentadas mediante un impulso c¨ªvico siempre renovado. Es preciso, por tanto, recuperar la dimensi¨®n de las 'virtudes c¨ªvicas', implicar a los ciudadanos de forma creciente en la gesti¨®n de lo p¨²blico y potenciar el ejercicio de sus derechos y obligaciones. Para ello se requiere que los ciudadanos puedan volver a confiar en la clase pol¨ªtica y en las virtudes del sistema. Y esto exige, primero, que los partidos sean permeables a las aut¨¦nticas necesidades sociales, sean abiertos, transparentes y responsables; en segundo lugar, que se establezca un aut¨¦ntico espacio p¨²blico de debate democr¨¢tico; y, por ¨²ltimo, un nuevo estilo de gobernar, sin arrogancia ni sectarismos o enfrentamientos cainitas. El objetivo es aqu¨ª la democracia de calidad.
2. La mutua imbricaci¨®n de libertad e igualdad. Apostar por la democracia y los valores c¨ªvicos significa tomarse en serio la libertad y la igualdad. En definitiva, el ¨¢mbito de la ciudadan¨ªa democr¨¢tica es el ¨²nico en el que los seres humanos aparecen expl¨ªcitamente como iguales. Y de lo que se trata es de hacer que esa igualdad que se reconoce de modo formal tenga efectividad pr¨¢ctica. Para ello es preciso apoyarse en una acci¨®n correctora del Estado que sea capaz de asegurar las necesidades b¨¢sicas de la poblaci¨®n, postul¨¢ndose la aplicaci¨®n de una Renta B¨¢sica de Ciudadan¨ªa, pero tambi¨¦n el mejoramiento de la calidad de las prestaciones de servicios p¨²blicos. Crear una sociedad inclusiva, cohesionada y tolerante es el impulso m¨¢s relevante que anima esta dimensi¨®n.
3. La 'reivenci¨®n del gobierno'. La puesta en pr¨¢ctica de las ideas anteriores presupone la aplicaci¨®n de una nueva forma de gobernar. El cl¨¢sico Gobierno jer¨¢rquico tradicional ya no es eficaz y debe ser redirigido hacia una mayor cooperaci¨®n con la sociedad civil, debe buscar mayores sinergias con la sociedad.
La nueva gobernaci¨®n exige un Estado inquieto y activo, capaz de participar en las nuevas redes globales, pero pendiente a la vez de un gran impulso y capacidad de negociaci¨®n interna. De ah¨ª la importancia de su propia vertebraci¨®n territorial, que ahora el PSOE intenta resolver mediante el nuevo giro federalista, y de su capacidad para ofrecer un marco de acci¨®n e integraci¨®n social com¨²n. Lo que aqu¨ª se busca es un Estado fuerte, aunque no necesariamente 'grande', capaz de actuar al un¨ªsono con una sociedad civil no menos poderosa y din¨¢mica. Y puede que sea en esta ¨²ltima dimensi¨®n donde acabemos viendo las m¨¢s interesantes innovaciones de este nuevo discurso.
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