Bombay 2001

Aunque se le adelantaron m¨²sicos como Bally Sagoo en la exploraci¨®n del maridaje de m¨²sicas indias y electr¨®nicas, ha sido Singh el lanzador comercial de tan intoxicante fusi¨®n a trav¨¦s de Anokha, club de leyenda londinense que populariz¨® el movimiento con su recopilatorio Anokha: soundz of the Asian underground.

La reputaci¨®n de Talvin Singh ha transcendido por los canales del pop, y se nota: en su p¨²blico de Cartagena, el contingente de amantes de la cultura de la dance music supera al de los habituales a los festivales ¨¦tnicos. Para los primeros, la experiencia resulta fascinante, y no s¨®lo por la m¨¢gica aparici¨®n de bandadas de palomas que sobrevuelan el escenario cuando la m¨²sica se despliega en formas et¨¦reas. Singh es un vistoso percusionista que aporta nervio a piezas aptas para sesiones de chill out. La ani?ada voz de Sagarika Mukhergee es otra capa m¨¢s que se a?ade a los teclados y el chelo. El teclista Cleveland Watkins tambi¨¦n se suelta con r¨¢fagas de reggae, pero, ay, ni as¨ª logra mover a los espectadores fijos de La Mar de M¨²sicas. A diferencia de los artistas que desfilan por Cartagena, Talvin y su cuarteto no se preocupan por establecer v¨ªnculos con los presentes, aparte de gritar peri¨®dicamente 'Spain'. Es sintom¨¢tico que se despida cuando todav¨ªa no ha pasado hora y media, ignorando el fervor de los club kids, que piden in¨²tilmente que siga tocando.