El anticastrismo radical de Miami cambia su imagen y apuesta por la moderaci¨®n

Estas deserciones se produjeron justo antes de que el congreso anual de la FNCA aprobara un plan para la transici¨®n pol¨ªtica en Cuba en el que los disidentes de la isla, y no los exiliados, son los principales protagonistas.

Desde los tiempos de Eli¨¢n, la consigna en las filas de la FNCA ha sido 'renovarse o morir'. Y la vieja guardia prefiri¨® seguir con las botas del enfrentamiento puestas antes que plegarse a la pol¨ªtica de compromiso del sector reformista encabezado por el presidente, Jorge Mas Santos, hijo del difunto y combativo fundador, Jorge Mas Canosa. El delf¨ªn provoc¨® un enorme revuelo en el avispero del exilio d¨ªas atr¨¢s al promover la celebraci¨®n de los premios Grammy latinos en Miami con artistas de la isla, algo 'impensable' para los ortodoxos que se precian de boicotear las actuaciones de cubanos en esta ciudad. Inmediatamente pidieron su dimisi¨®n acus¨¢ndolo no s¨®lo de traicionar el legado de su padre, sino de actuar dictatorialmente y por motivos mercantilistas en vez de patri¨®ticos.

Adem¨¢s de los Grammy, el ¨²ltimo detonante de la crisis -dise?ada por Mas Santos- fue un proyecto para suavizar el tono de las emisiones radiof¨®nicas a Cuba de la Voz de la Fundaci¨®n. El jueves dimiti¨® abruptamente Ninoska P¨¦rez Castell¨®n, la presentadora del hasta ahora programa estelar caracterizado por ¨¢cidos ataques al r¨¦gimen de La Habana. La hist¨®rica portavoz de la FNCA arrastr¨® en la renuncia a su marido, el ex preso pol¨ªtico Roberto Mart¨ªn P¨¦rez.

La salida de la pareja se suma a la de al menos otros seis dirigentes radicales, entre los que figura el hombre al que Mas Canosa entreg¨® en su lecho de muerte la antorcha anticastrista, Alberto Hern¨¢ndez. La escisi¨®n de este n¨²cleo duro amenaza con desencadenar un domin¨® de deserciones. De momento, los disidentes discuten una nueva formaci¨®n pol¨ªtica que recoja los viejos dogmas.

A Mas Santos no le preocupa el cisma: 'La Fundaci¨®n es como un tren, unos suben y otros bajan, pero al final llegaremos a nuestro destino'. La parada final es una Cuba democr¨¢tica con elecciones libres en la que el actual l¨ªder de la FNCA aspira a desempe?ar un papel pol¨ªtico y econ¨®mico -Mas Santos dirige el imperio empresarial heredado de su padre-. Pero hay obst¨¢culos en el camino.

Vientos de cambio

De ah¨ª que los nuevos vientos de cambio en las filas de la Fundaci¨®n soplen no s¨®lo por la agonizante ideololog¨ªa ultra, ni por el papelazo internacional que hicieron con Eli¨¢n, ni siquiera por el natural relevo generacional, sino, ante todo, por la p¨¦rdida de influencia en Washington. El hilo de comunicaci¨®n segado cuando desafiaron al Gobierno federal por la custodia de Eli¨¢n no se ha restablecido con el ascenso de un presidente republicano a la Casa Blanca.

George W. Bush no olvida que la Fundaci¨®n no se volcara a su favor durante la campa?a electoral. Hace unos d¨ªas, el presidente les envi¨® un claro mensaje de que los intereses de EE UU se anteponen a los de la FNCA y suspendi¨® la aplicaci¨®n del t¨ªtulo III de la ley Helms-Burton, que hubiera permitido a los cubanoamericanos demandar en Estados Unidos a empresas extranjeras (incluidas las espa?olas) que negocien en sus propiedades confiscadas en Cuba. El embargo sigue siendo la pieza clave de la partida que juega la FNCA con Washington. Pero se la est¨¢ ganado el creciente movimiento a favor del levantamiento del bloqueo comercial, alentado por el lobby empresarial y por un amplio sector republicano. El ambiente a favor de la normalizaci¨®n de relaciones con La Habana ha obligado a la nueva casta de la FNCA a forjar alianzas con dem¨®cratas y republicanos. Por si acaso. 'Todo es un puro teatro de intereses. Por una parte, el embargo es su arma, porque quieren que todos los negocios del futuro en Cuba pasen por sus manos, y, por otra, no les interesa la imagen de intolerancia, porque afecta a sus negocios en Estados Unidos', sostiene el presidente de Cambio Cubano, Eloy Guti¨¦rrez Menoyo, que est¨¢ en el centro del espectro pol¨ªtico del exilio. Cree no obstante que, 'si por ambici¨®n son capaces de hacerlo medio bien, pues bienvenida sea la moderaci¨®n pol¨ªtica'.

A¨²n es pronto para determinar si la moderaci¨®n es cosm¨¦tica, pero los esc¨¦pticos creen que son 'distintos l¨ªderes con los mismos collares', y citan como ejemplo la prioridad de la nueva estrategia anunciada por Mas Santos: buscar el enjuiciamiento de Fidel Castro en alg¨²n tribunal del planeta y no esperar a que la historia lo absuelva.