Zapatero, Ibarretxe
Dos personajes se abren paso r¨¢pidamente en la vida pol¨ªtica. Ibarretxe viene de lejos, pero se ha hecho claro y brillante tras la campa?a de locos que movi¨® Aznar para provocar las elecciones vascas y perderlas. Dentro de la imposibilidad de su objetivo (un pa¨ªs independiente), act¨²a con realismo y moderaci¨®n, si entendemos que busca la paz, que los elementos residuales de la campa?a siguen sin entender, despu¨¦s de no ser capaces de ganar ni de exterminar. Se han quedado antiguos.
Zapatero ha conseguido que mucha gente (yo, no) crea que su oferta de volver a la izquierda (el sue?o humano de volver a ser) es real. Cambia el carn¨¦, cambia de himno (una canci¨®n de Manu Chao; yo tarareo 'Me gusta Zapatero, me gustas t¨²', y recuerdo el ni?ito que fue, junto al clavec¨ªn de su padre, en la casa de un bosque junto a Par¨ªs). Hay necesidad de salir de Aznar, m¨¢s viva porque est¨¢ en un declive. En un pa¨ªs poco letrado, que piensa en im¨¢genes, se ve a Rodr¨ªguez Zapatero f¨¢cilmente presidiendo el Gobierno, destacando en las fotos de familia de los grandes del mundo. Creer que va a influir en ellos es demasiado; pero algo m¨¢s que Aznar. Las encuestas le son cada vez m¨¢s favorables (descarto la ¨²ltima del CIS gubernamental sobre el debate parlamentario: tengo mi libertad intelectual para creer que le han robado puntos): va adelante.
Quiz¨¢ las posturas de Espa?a en el futuro org¨¢nico sean inevitables; la globalizaci¨®n o imperio tal vez oculte su nombre, pero no va a cambiar, y el neocapitalismo europeo tampoco. Est¨¢n gozando demasiado de su orgasmo econ¨®mico, de su comilona y de su poder sobre los indefensos -el Tercer Mundo, los esclavos que vienen arriesgando su vida a ponerse las cadenas, mejores que la miseria- como para renunciar. Los perros de pueblo se dejan apalear por los chicos antes que soltarse de la hembra. Quiz¨¢ vayan a esconder su coyunda a las Monta?as Rocosas, despu¨¦s de haber intentado el barco de la rada de G¨¦nova. Pienso que, por su naturaleza -tienen de plomo la calavera, dir¨ªa Lorca-, no lloran el muerto: pero no les conviene. Hay hechos que de pronto cambian un camino trazado: las elecciones vascas cambiaron esta pol¨ªtica y despertaron alg¨²n dormido, las torturas de G¨¦nova entreabren los ojos dormidos de la izquierda, y la llama Zapatero para coronar sus progresos. Pienso que lo que ya han hecho estos dos hombres es aprovechar el destrozo pol¨ªtico de Aznar. Algo importante.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.