Relaciones sociales basadas en la trampa
En el moho Dictyostelium no est¨¢ claro c¨®mo consiguen unas c¨¦lulas estafar a sus vecinas, ni c¨®mo responden las explotadas. 'La conciencia de que es tanto una sociedad como un organismo surgi¨® como una revelaci¨®n; y yo llevaba 25 a?os trabajando con este organismo', afirma Richard Kessin, de la Universidad de Columbia (Nueva York).
Los clones de diferentes linajes gen¨¦ticos de Dictyostelium parecen no presentar objeciones a la hora de unirse, al menos en el laboratorio. Aproximadamente el 20% de los individuos de un consorcio de clones se sacrifican para formar un tallo que eleve a los productores de esporas, ayudando a su dispersi¨®n por nuevos pastos.
El resultado no es justo, como descubrieron Joan Strassmann, de la Rice University (Houston, EE UU) y sus colaboradores. Observaron dos comunidades consistentes en dos clones silvestres, y descubrieron que algunas contribu¨ªan de manera desproporcionada al cuerpo fruct¨ªfero, dejando que las perdedoras formasen el tallo.
Nadie sabe c¨®mo se salen con la suya los tramposos. El a?o pasado, el equipo de Kessin localiz¨® una prote¨ªna sin la cual las c¨¦lulas de Dictyostelium producen esporas, pero no tallo. No se sabe si este gen contribuye a producir tramposos de evoluci¨®n natural; el mutante de Kessin no se desarrolla por s¨ª solo, los tramposos descubiertos por Strassman, s¨ª. Kessin sospecha que en libertad hay un constante tira y afloja entre los tramposos y las v¨ªctimas potenciales. 'Yo creo que es un mecanismo muy complicado, pero no s¨¦ llegar a ¨¦l', reconoce.
No todos comparten esta opini¨®n tajante sobre la vida social de las amebas. 'Hay muchas mutaciones que dan ventaja a una cepa sobre otra; lo s¨¦ porque he hecho muchas', afirma William Loomis, de la Universidad de California (EEUU), 'pero no tengo claro en qu¨¦ medida es esto posible en la naturaleza'.
Har¨¢ falta acumular m¨¢s indicios de la diversidad gen¨¦tica de las sociedades Dictyostelium en libertad, y de los mecanismos moleculares y gen¨¦ticos de enga?o y antienga?o para convencer a Loomis. 'Por el momento no hay pruebas , y ni siquiera est¨¢ claro que esto constituya una presi¨®n evolutiva importante. No creo que Dictyolstelium sea paranoico', concluye.
La lucha entre cooperaci¨®n y competici¨®n que sugiere el Dictyostelium, es el material on¨ªrico de los bi¨®logos evolutivos, como Gregory Velicer: 'El gran tama?o de sus poblaciones y el breve tiempo de generaci¨®n te permiten hacer experimentos que nunca se podr¨ªan hacer con organismos superiores a ellos, como los insectos sociales'.
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