Los olivareros

Desde los comienzos de la crisis del aceite de orujo me he acordado mucho de un antiguo compa?ero de facultad, que era de Ja¨¦n. Llegada la temporada de la recogida de la aceituna, sus conversaciones se centraban b¨¢sicamente en este fruto, la recolecci¨®n de la oliva y su posterior proceso de elaboraci¨®n... Como castellana que soy (con ello quiero decir que el mundo olivarero me queda un tanto lejos), siempre me resultaron interesantes aquellas conversaciones entre clase y clase, mientras nos fum¨¢bamos un pitillo. Y si hay algo que ahora recuerdo de manera especial es la tristeza que supon¨ªa para ellos tener que arrancar un olivo.

Resulta curioso que todo esto venga a mi memoria cuando leo en su peri¨®dico las ¨²ltimas informaciones sobre la bautizada, por el Gobierno crisis del aceite. A estas alturas de la pel¨ªcula, que el tema en cuesti¨®n ha sido tratado con un opotunismo pol¨ªtico descarado no creo que se le escape a nadie. Y lo que no me queda nada claro es si el sector olivarero va a poder perdonar al ministerio todo el da?o que le est¨¢ causando.

Mientras por aqu¨ª los acontecimientos siguen su cauce (?qu¨¦ le vamos hacer, no est¨¢ en nuestras manos!), es de agradecer que desde Europa se le tiren de las orejas a aquellos que se han portado mal. El comisario europeo Franz Fischler ha sido muy claro y contundente con sus declaraciones: Espa?a ten¨ªa que haber esperado a contar con una base cient¨ªfica comunitaria antes de actuar. El que quiera entender que entienda.

Por cierto, yo tengo fe ciega en un refr¨¢n espa?ol: Rectificar es de sabios.