'Esta expedici¨®n ha supuesto un reencuentro'

Hace pr¨¢cticamente un a?o, Alberto I?urrategi pis¨® solo el suelo del aeropuerto de Bilbao. Entonces, el alpinista guipuzcoano apenas hab¨ªa tenido tiempo para encajar y, mucho menos entender, la verdadera dimensi¨®n de su soledad. Acababa de perder a su hermano F¨¦lix en la monta?a, durante el descenso del Gasherbrum II. F¨¦lix, su compa?ero de escalada, su sombra, su pareja, su gran vac¨ªo. Desde esa fecha, el alpinista de Aretxabaleta afront¨® un largo periodo de reflexi¨®n que, finalmente, ha vuelto a conducirle por donde sol¨ªa: los ochomiles.

El martes, volvi¨® a aterrizar en la nueva terminal de Loiu, con otra compa?¨ªa (los alpinistas Jon Lazkano y Jon Beloki), tambi¨¦n con una soledad que ahora asegura 'superada'. El protocolo de prensa enfri¨® y pospuso el encuentro de los tres alpinistas con sus novias y familiares: apenas un beso y un leve saludo sonriente antes de sentarse frente al micr¨®fono para resumir los momentos fuertes de su ¨²ltima expedici¨®n, la que le ha permitido conquistar la cima del Gasherbrum I, decimotercer ochomil de Alberto y el primero que conquista sin la compa?¨ªa de su hermano.

'Puedo decir que esta expedici¨®n ha supuesto un reencuentro para m¨ª', lanz¨® enseguida I?urrategi, visiblemente fatigado por el viaje. Un reencuentro con la actividad que ha capitalizado su vida esta ¨²ltima d¨¦cada. Un reencuentro tambi¨¦n con su pasi¨®n y con el escenario de la desaparici¨®n de F¨¦lix. El campo base y parte de la ruta del G I vale tambi¨¦n para el G II, un lugar que Alberto abandon¨® hace un a?o sin su hermano, lo ¨²nico imprescindible de todo lo que alguna vez le ha acompa?ado a la monta?a. Tras la llegada de la expedici¨®n al campo base, Alberto sufri¨® un momento de duda, una breve concesi¨®n al dolor r¨¢pidamente saldada con la actividad cotidiana, la rutina de equipar la v¨ªa, montar los campos de altura, escalar y descansar. Aqu¨ª, Alberto encontr¨® el piolet perdido por su hermano en el momento del accidente. A modo de homenaje y en compa?¨ªa de Beloki, se llev¨® la herramienta hasta la cima, alcanzada varias horas antes de que amaneciera.

'Pero todo esto est¨¢ superado, ampliamente superado', asegura Alberto con cierto deje de hast¨ªo, mientras solicita que 'todos lo superen de una vez porque es una etapa resuelta de mi vida. De verdad, el regreso a Pakist¨¢n ha resultado menos traum¨¢tico menos traum¨¢tico de lo esperado'.

La ascensi¨®n al Gasherbrum I coloca a Alberto I?urrategi a un paso de la consecuci¨®n de los 14 ochomiles del planeta, m¨¦rito que ya ocupa a siete alpinistas (el ¨²ltimo, el coreano Young Seok Park holl¨® la semana pasada la cima del K 2, el ¨²ltimo ochomil en su lista). El alpinista guipuzcoano adelant¨® que 'si todo va bien' se enfrentar¨¢ la pr¨®xima primavera al complicado Annapurna, tambi¨¦n la ¨²ltima cita de Juanito Oiarzabal, que en 1999 se convirti¨® en el primer espa?ol en hollar las 14 cimas m¨¢s altas del planeta.

El verano pasado, Alberto solicit¨® p¨²blicamente 'tiempo para meditar' y reconducir la confusi¨®n en la que se hallaba. Poco a poco, retom¨® el gusto de la escalada en roca gracias a las salidas organizadas por sus amistades m¨¢s cercanas. Seg¨²n sus palabras, le esperaba 'una escalada muy larga y dif¨ªcil', ejercicio que ahora anuncia superado. Alberto signific¨® el pasado viernes la sinton¨ªa alcanzada con su nuevo compa?ero de cordada, Jon Beloki, que nunca hab¨ªa hollado una monta?a de 8.000 metros. Alberto tem¨ªa no poder llenar con otra persona el hueco abandonado por su hermano.

Im¨¢genes el d¨ªa 28

El pr¨®ximo domingo, d¨ªa 28, ETB ofrecer¨¢ un adelanto con las im¨¢genes recogidas por la expedici¨®n durante la aproximaci¨®n y ataque a cima de los alpinistas. 'Creemos que traemos mejores im¨¢genes que nunca', adelant¨® Alberto, quien se ha comprometido con la cadena p¨²blica vasca para realizar una serie de documentales sobre diversas expediciones que pr¨®ximamente le conducir¨¢n a Yosemite (EEUU) y Nueva Zelanda. La emisi¨®n del d¨ªa 28 coincide con el aniversario de la muerte de F¨¦lix I?urrategi, cuyo cuerpo nunca ser¨¢ rescatado y permanecer¨¢ en el glaciar de los Gasherbrum.