Sin crisis

Los consejeros se pueden ir tranquilos a la playa: Manuel Chaves ha anunciado que no piensa renovar su Gobierno. Lo de la supuesta crisis del Gobierno andaluz comienza a oler. Se comenz¨® ya a hablar de ella cuando los consejeros acababan de tomar posesi¨®n. Ya se sabe que el ¨²ltimo Gobierno de Chaves no provoc¨® precisamente gran entusiasmo: se dec¨ªa que el nivel de la mayor parte de sus componentes era muy bajo y que ¨¦sa pod¨ªa ser la causa del escaso impulso de la Administraci¨®n andaluza.

Los mejor intencionados disculpaban a Chaves: el presidente estaba muy ocupado encabezando la comisi¨®n gestora que reg¨ªa el PSOE tras la dimisi¨®n de Joaqu¨ªn Almunia. La disculpa, quiz¨¢, no era demasiado atinada: se consume el mismo tiempo y el mismo esfuerzo en hacer un Gobierno bueno o uno malo.

Se daba por supuesto entonces que en cuanto las cosas volvieran a su cauce, Chaves rehar¨ªa su Gabinete. El PSOE dio por terminada su orfandad eligiendo a Rodr¨ªguez Zapatero y no pas¨® nada. Se celebr¨® el congreso de los socialistas andaluces y tampoco hubo crisis...

Hace un par de semanas, Chaves contest¨® con cierta ambig¨¹edad a una pregunta de Canal Sur sobre la posibilidad de un cambio de Gobierno y surgi¨® inevitablemente la avalancha de rumores: se hablaba de un gabinete compuesto por personas de prestigio en la izquierda, comenzaron incluso a circular las primeras listas... Pero, con el mes de agosto a la vuelta del fin de semana, el presidente anunci¨® por fin que no ten¨ªa el proyecto de cambiar nada.

Quiz¨¢ sea el momento de pensar que la broma est¨¢ yendo demasiado lejos y que estos barruntos de crisis tienen mucho de hist¨¦ricos. ?No resultar¨ªa m¨¢s f¨¢cil considerar que Chaves tiene el Gobierno que quiere y que est¨¢ contento con ¨¦l? La Administraci¨®n puede estar falta de impulso, vale, pero ?qu¨¦ nos hace suponer que Chaves ambicione m¨¢s? De sus declaraciones se deduce, m¨¢s bien, que se encuentra plenamente satisfecho. Si es as¨ª, ?qu¨¦ m¨¢s queremos?

Es un fen¨®meno universal en el tiempo y en el espacio el intento de mejorar las intenciones de los gobernantes atribuy¨¦ndoles prop¨®sitos que no son suyos. Se da por supuesto que un l¨ªder pol¨ªtico es alguien aislado en la cumbre y rodeado de taimados colaboradores. Los lectores m¨¢s viejos recordar¨¢n c¨®mo los franquistas excusaban a Franco de muchas de sus brutalidades: 'Seguro que el Caudillo no sabe nada de esto', dec¨ªan.

Absurdamente, algo as¨ª viene pasando con Chaves: se le considera v¨ªctima y no autor de sus designios. Cuando nombr¨® a su portavoz director general de Canal Sur, hubo quien dijo: 'S¨ª, es una barbaridad, pero necesita de alguien de su confianza para dignificar de una vez la televisi¨®n'.

Canal Sur no s¨®lo no se ha dignificado, sino que con Rafael Camacho llegaron Mar¨ªa del Monte, los hermanos Calatrava y un asombroso programa veraniego llamado Mira la noche, que muestra hasta d¨®nde alcanza su compromiso con la calidad.

Pero, no nos enga?emos. Aceptemos las cosas como son: ¨¦sta es sin duda la televisi¨®n que a Chaves le gusta, como le gusta su Gobierno y como le gusta el impulso de su Administraci¨®n. No cabe otra explicaci¨®n.