Ave Celia
Nadie le puede discutir que tiene m¨¢s valor que El Guerra. Se la jug¨® con el AVE, se sac¨® de la chistera el conejo del Guadalmedina, arm¨® la de dios es cristo con el estern¨®n de las vacas locas y con el aceite de orujo y saca pecho, siempre que puede y es mucho, cuando restriega a quienes la pretenden enterrar pol¨ªticamente, los resultados electorales en M¨¢laga.
M¨¢s chula que un ocho, dicen en su partido. Pura envidia. No se corta por nada y con una naturalidad pasmosa da lecciones de EBB, de benzopireno, de ganchillo, de cocido madrile?o, croquetas para congelar o la l¨ªa contra los fumadores. Esta Celia es mucho Celia. Todo un personaje.
En la inauguraci¨®n del dique de levante del puerto de M¨¢laga, Celia Villalobos estaba exultante. Un d¨ªa despu¨¦s, su bien amado jefe, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, colocaba la primera traviesa del AVE M¨¢laga-C¨®rdoba. En plena campa?a electoral lanz¨® un ¨®rdago: o hay AVE o dejo la pol¨ªtica. Habr¨¢ AVE, en tiempo y plazo, si no hay m¨¢s demoras, y, por tanto, tendremos a Celia por mucho tiempo. No se sabe d¨®nde, pero si Aznar no le dio ya una patadita, la ex alcaldesa de M¨¢laga levantar¨¢ vuelo, por m¨¢s que le pese a los envidiosos de turno de su partido.
Tiene, sin embargo, otro ¨®rdago pendiente: el proyecto del Guadalmedina. Terreno vedado. Paco de la Torre, el actual alcalde malague?o, pese al a?o transcurrido no ha conseguido quitarse la larga sombra de su antecesora. Paco de la Torre tiene veinte proyectos al mismo tiempo en la cabeza, pero Celia, para bien o para mal, se fajaba con uno y echaba toda la carne en el asador. Podr¨ªa salir chamuscada, pero con la cintura que tiene era y es capaz de sortear los pitones que se la han querido llevar por delante en m¨¢s de una ocasi¨®n.
Habr¨¢ AVE y en M¨¢laga y la Costa del Sol todo es alboroto. Escuch¨¦ las palabras de un m¨¢ximo dirigente empresarial malague?o a un preclaro hombre del PP: 'Ten¨¦is que machacarlos; es el momento con el AVE como resorte'. Se supone que habr¨ªa que machacar a los socialistas. Torpeza supina porque en esto, como en otros asuntos pendientes, lo que hay que hacer es unir las fuerzas. Con el saneamiento integral de la Costa del Sol, por ejemplo.
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