Miles de pasajeros vieron alterados sus planes de viaje al no poder acceder al aeropuerto
El vial que lleva al aer¨®dromo desde la N-340 qued¨® cortado desde primera hora de la ma?ana
La direcci¨®n del aeropuerto apost¨® por no detallar a los pasajeros cu¨¢l era la causa de que parte del recinto estuviera acordonado. Se limitaban a explicar que estaban en 'situaci¨®n de emergencia'. Eso evit¨® que se desatara el p¨¢nico, pero no puso coto a la confusi¨®n.
A las diez de la ma?ana, todo el contorno del aer¨®dromo Pablo Ruiz Picasso y de sus aparcamientos, donde ETA hab¨ªa dejado el coche bomba que los artificieros de la polic¨ªa trataban de desactivar, era una suerte de cuadro absurdo de cientos de veh¨ªculos abandonados y miles de pasajeros deambulando sin rumbo, arrastrando pesadas maletas, bolsas con palos de golf y carritos de ni?os por carreteras, arcenes y hasta campo a trav¨¦s.
A esa hora, mientras unos trataban de llegar por los caminos abarrotados hasta la terminal 2, que se hab¨ªa habilitado para poder ir dando salida a los aviones -s¨®lo un vuelo de la compa?¨ªa Air Europa tuvo que ser cancelado-, otros, que hab¨ªan quedado atrapados por los carriles que llegan al aeropuerto desde el interior ante la imposibilidad de acceder desde la costa, se disputaban la sombra de las higueras, olivos y yucas y miraban descorazonados a ver si se disolv¨ªa la barrera policial.
En general, la reacci¨®n de la gente fue de resignaci¨®n; algunos rebuscaban entre las bolsas alg¨²n tarro de crema protectora que les librara de las quemaduras del sol; otros jugaban a las cartas y la mayor¨ªa trataba de averiguar si hab¨ªa alg¨²n medio de llegar hasta un mostrador de facturaci¨®n.
Los que m¨¢s f¨¢cilmente pudieron hacerlo fueron quienes optaron por el tren de cercan¨ªas, que funcion¨® normalmente durante todo el tiempo. El resto, al principio por intuici¨®n y, a partir de media ma?ana, gracias a la informaci¨®n que les iba dando el personal de Aeropuertos Nacionales y Navegaci¨®n A¨¦rea (AENA) distribuido por la zona, tuvo que resignarse a caminar, a veces varios kil¨®metros, sorteando obst¨¢culos hasta llegar a la terminal operativa.
All¨ª, el panorama era claustrof¨®bico: en la puerta, autobuses y enormes colas de turistas que viajaban en grupo, y dentro, una masa de gente cargada de bultos tratando de llegar a alg¨²n sitio sin saber bien a cu¨¢l. '?Se va por aqu¨ª al mostrador de facturaci¨®n del vuelo a Nueva York?', preguntaba extenuada una madre mientras trataba de izar escaleras arriba el carrito de su beb¨¦.
Muchos no consegu¨ªan llegar a tiempo. 'Ten¨ªa una reuni¨®n en con mi jefe pero se ha quedado esperando', explicaba una joven que deb¨ªa haber tomado un avi¨®n a Madrid a las ocho de la ma?ana. 'Me cogi¨® la evacuaci¨®n y tuve que dejar mi coche tirado, por eso estoy aqu¨ª todav¨ªa'. Cuando contaba esto ya hab¨ªan dado las once de la ma?ana.
Sin embargo, a esa hora las comunicaciones oficiales, tanto de AENA, como de la Subdelegaci¨®n del Gobierno en M¨¢laga, dec¨ªan que el aeropuerto estaba funcionando 'con total normalidad'. En la conferencia de prensa que ofreci¨® a las tres de la tarde el delegado del Gobierno en Andaluc¨ªa, Jos¨¦ Torres Hurtado, se?al¨® que el porcentaje de puntualidad hab¨ªa sido del 87%.
Algunos de los aviones que part¨ªan para Madrid, Barcelona y otros destinos nacionales, tuvieron que prescindir del c¨¢tering, ya que la evacuaci¨®n del aeropuerto en el primer momento oblig¨® a suspender la tarea de la carga de las viandas.
Pero los viajeros, en general, manten¨ªan la calma. Mucho m¨¢s desolados se ve¨ªa a los responsables de las empresas de alquiler de veh¨ªculos. 'Nuestro problema es que, como no se puede llegar al aeropuerto en coche, mucha gente los ha dejado tirados por ah¨ª a la desesperada', dec¨ªa uno de ellos. 'Esto nos va a suponer un perjuicio tremendo', se lamentaba.
Los que s¨ª hicieron negocio fueron los due?os de los pocos bares cercanos al aeropuerto. Algunos, a las 11.30, ya no ten¨ªan ni agua. Otro producto demandado con avidez era el tabaco. Y tambi¨¦n los taxis, la mayor¨ªa de los cuales hab¨ªan quedado atrapados en el vial de acceso al aeropuerto desde la N-340, mientras que las colas en la parada se hac¨ªan interminables. Los m¨¢s avispados trataban de llegar hasta los clientes por los carriles que llegan al recinto desde el cercano pueblo de C¨¢rtama, tortuosos y tambi¨¦n desbordados.
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