Torero y pico

Durante la faena pinturera, est¨¦tica y vac¨ªa de contenido de Enrique Ponce a su segundo oponente, los tendidos se dividieron en dos bandos, el de los poncistas, llenos de frenes¨ª, aplaud¨ªan y aclamaban; el otro, menos numeroso, achacaba al diestro de Chivas su sinsustancia. El gracejo, la chispa de un aficionado neutral puso fin a la disputa: 'Templarse, se?ores, que ambos bandos tienen raz¨®n, Ponce es algo m¨¢s que un torero, es torero y pico'. Todos contentos.

Es la ganader¨ªa de don Antonio Ba?uelos un suced¨¢neo norte?o de la de Torrealta, sus toros pastan en la provincia de Burgos. Anunciados el a?o pasado, casualmente con las dos figuras que ayer hicieron el paseo, sus toros fueron rechazados en el reconocimiento. Parece ser que un electr¨®nico apag¨®n dej¨® a oscuras los corrales, porque la cosa no qued¨® clara. Hubo declaraciones para todos los gustos.

Don Antonio este a?o estaba exultante. Declar¨® a los medios que hasta seis veces los mentores de las figuras hab¨ªan ido a su finca a repasar la corrida. No habr¨ªa problemas. Tanto repas¨® dej¨® a los animales listos para la comedia.

La fiesta est¨¢ llena de repasadores. Existen categor¨ªas como en todos los estamentos sociales. Los que m¨¢s reparan y los m¨¢s famosos son los conocidos por los tres uno. Este gremio, sin ep¨ªgrafe conocido, se despierta ganadero, almuerza como empresario y se acuesta como apoderado. En estos tiempos que corren hay un nuevo tipo de raparadores, los familiares de las figuras.

Enrique Ponce, pat¨¦tico en su primero. Con el que cerr¨® visita, fino estilista, guardando las distancias con la derecha. Gazape¨® el maestro por naturales. Cach¨¦ de figuras, faena de pegapases.

El Juli, figura por la gracia medi¨¢tica, entrega cuanto lleva cada tarde, no importando nombre o categor¨ªa de la plaza. Todo lo quiere hacer, todo lo intenta. Su raza, casta, entrega, valor. Su conocimiento de las reses, de los terrenos y las suertes saltan todas las tardes a escena. Pone en marcha la maquinaria para saldar su carencia de hondura, naturalidad y calidad en el toreo fundamental. Ayer el intento fue fallido, vulgar, bullidor, sin m¨¢s.

Francisco Marco, en el ¨²ltimo de la tarde, hizo lo de mayor enjundia del festejo. Demostr¨® que con oportunidades puede estar en el escalaf¨®n.

Hoy, con los victorinos, reaparece, tras el grav¨ªsimo percance sufrido en Pamplona, Juan Jos¨¦ Padilla.