?Est¨¢is contentos?
Est¨¢is contentos, se?ores, del G-8? ?Contentos de reuniros en esos lugares principescos y en esas ciudades vaciadas de sus habitantes? ?Contentos de esos fastos y de esa 'seguridad' que cuestan una fortuna a los ciudadanos; contentos de vuestras pol¨ªticas neoliberales, catastr¨®ficas, impunemente impuestas para beneficio de las empresas transnacionales y de los mercados financieros? ?Contentos de agravar cada vez m¨¢s las escandalosas injusticias del planeta? ?De anunciar como un avance extraordinario ese miserable fondo para la sanidad, que apenas alcanza la d¨¦cima parte de lo que el pobre Kofi Annan pidi¨® el mes pasado ¨²nicamente para combatir el sida? ?Contentos con ese espect¨¢culo que nos hab¨¦is ofrecido con vuestros ocho impecables trajes-corbatas y vuestras gesticulaciones tautol¨®gicas, puesto que hoy la ¨²nica finalidad de vuestras reuniones es reafirmar que efectivamente sois el G-8?
No renunciaremos a nuestra lucha contra las enormes injusticias de la actual globalizaci¨®n, pero necesitaremos encontrar nuevas v¨ªas democr¨¢ticas para llevarla a cabo
Asesinato legal
?Est¨¢is contentos, miembros de la polic¨ªa? ?Contentos de haberos cargado, por fin, un manifestante? No lo lograsteis en Gotemburgo, pero finalmente ya est¨¢, lo hab¨¦is hecho. ?sa es la gran premi¨¨re de G¨¦nova: un asesinato legal. As¨ª aprender¨¢n esos choricetes. El gas, las mangueras antidisturbios, son de segundo orden; lo ¨²nico aut¨¦ntico son las balas. Sangre en el suelo. Cuerpos machacados. Buen trabajo. ?Est¨¢is contentos de haber invadido en la madrugada del domingo el centro de los media alternativos, de haber destruido los ordenadores, confiscado las casetes, aporreado a una gente que dorm¨ªa tranquilamente, para que no quedara ninguna huella de vuestras bajezas? Bravo.
?Est¨¢is contentos, manifestantes? No me refiero a la inmensa mayor¨ªa del Foro Social de G¨¦nova, s¨¦ qu¨¦ estabais aterrorizados, y algunos, ensangrentados; ni tampoco a esos de entre los Blacks que de hecho eran polis; sino a los aut¨¦nticos Blacks, que no hab¨¦is participado en ninguna de las reuniones preparatorias que se han venido celebrando desde hace meses, que no pertenec¨¦is a ninguna de las 700 organizaciones italianas responsables y decididas a practicar la no violencia activa? ?Est¨¢is contentos de vuestros manejos unilaterales, antidemocr¨¢ticos; de haberos mezclado voluntariamente con unos manifestantes pac¨ªficos que han sido as¨ª gaseados y golpeados; de haber respondido a unas provocaciones policiales previsibles y previstas; de haber querido y buscado sus sangrientas respuestas? ?Est¨¢is contentos de que, por fin, tengamos un m¨¢rtir?
Se llamaba Carlo Giuliani, ten¨ªa 23 a?os e iba a esa manifestaci¨®n con sus convicciones, con eso basta; no eran las nuestras, pero protestaremos por su ejecuci¨®n. Descanse en paz.
Ello no impide que el movimiento por otro tipo de globalizaci¨®n est¨¦ en peligro. O logramos exponer a la luz p¨²blica la actuaci¨®n de la polic¨ªa e impedimos los desmanes de algunos, o conseguiremos que la mayor esperanza pol¨ªtica de estas ¨²ltimas d¨¦cadas estalle en pedazos. Est¨¦n del lado que est¨¦n las responsabilidades -y est¨¢n masivamente del lado de la polic¨ªa y del G-8-, este movimiento amplio, potente e irresistible, como las mareas; este movimiento so?ado de los pueblos unidos y solidarios, ya no podr¨¢ avanzar de la misma manera. Ya no podr¨¢ aceptar que no importa qui¨¦n haga no importa qu¨¦. Ha muerto un hombre.
Unidad rota
Si no hay garant¨ªa de que las manifestaciones van a ser pac¨ªficas, las grandes centrales sindicales oficiales no se nos unir¨¢n jam¨¢s, la base se ir¨¢ llendo poco a poco, la unidad actual, transgeneracional y transectorial, se har¨¢ a?icos.
Nosotros, la inmensa mayor¨ªa de los pac¨ªficos, que tenemos propuestas serias que hacer, que pensamos que es posible otro mundo, debemos asumir nuestras responsabilidades. ?C¨®mo, frente a la escalada de violencia del Estado, hacer llamamientos a manifestaciones sin poner en peligro a los militantes? ?Qu¨¦ hacer para no abandonar el terreno a esos ultraminoritarios desaforados? Una cosa es cierta: no renunciaremos a nuestra lucha contra las enormes injusticias de la actual globalizaci¨®n, pero a partir de ahora necesitaremos encontrar nuevas v¨ªas democr¨¢ticas para llevarla a cabo.
El gran estratega chino Sun Tzu dec¨ªa, hace 2.500 a?os: 'No hagas lo que m¨¢s deseas hacer. Haz lo que menos desea tu adversario que hagas'. Nuestros adversarios deben estar hoy contentos. Por lo que a m¨ª respecta, estremecida por el giro que han tomado los acontecimientos en G¨¦nova, intento no ceder a la desesperanza.
Susan George es vicepresidenta de ATTAC (Asociaci¨®n por una Tasa a las Transacciones para Ayuda de los Ciudadanos), Francia. En este texto se expresa a t¨ªtulo personal.
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